Una joven loba y un destino difuso

Amacándose bajo los rayos de sol que se colaban por entre las ramas, un lobo domía sin grandes preocupaciones. La hamaca paraguaya se mesia lentamente impulsada por el viento, en la galería de la pequeña cabaña que había construido hace años, donde ahora vivía con Void, Shirei (Cuando esta estaba con el) y cuanto invitado tuviese.

Fuaaaa!

Bostezó entreabriendo sus ojos, para divisar el soleado horizonte.

-Un día tranquilo-

Estiró sus brazos y, dispuesto a caer dormido del todo, volvió a cerrar sus ojos para luego cruzar sus manos detrás de la nuca... O al menos eso creía

+RIIIIIIING RIIIIING+

¡Ah! ¡¿Qué?! Soy inocente, lo juro!

Cayó al suelo de golpe al sobresaltarse por el celular. Nunca atendía llamadas, solo había conseguido uno de esos aparatos para hablar con su hija y otras tantas personas.

Ya voy, ya voy!

De mala gana agarró el teléfono y atendió la llamada. Frunció el ceño al no poder ver de quien era la llamada y bostezó enojado.

Estoy ocupado ¿Que pasa?

Cumplida la media hora que Rag esperó, las puertas de la comisaría 44 se abrieron de par en par y Jix entró con paso firme, ignorando a todo policia que se interpusiese en su camino.

¿Qué le haces a nuestra hija, Idiota?!

Agarró por entre los barrotes a Gunner y la sucudió unos segundos, hasta que los guardias lo frenaron y el lobo recuperó la compostura.

Ya, ya... Estoy tranquilo.

Dijo agarrandose el entrecejo con los dedos indice y pulgar, como si una migraña le asaltara la cabeza. Suspiró levemente para calmarse.

No me importa que hagas de tu vida, pero Shirei es una niña todavía, no tiene que venir a las carceles.

se dio media vuelta y miró a Rag y los policías.

Soy el padre, Jix the Wolf ¿Dónde está mi hija?

¿Es preciosa,no?

Una voz de ultratumba resonó a espaldas del prisionero, mientras el aliento y la sed de sangre de una bestia se alzaban tras de el.

Sabes, esa pequeña...¿No quieres compartirla?

Sin previo aviso la cabeza del prisionero se estrelló contra la pared, y el hombre quedó con media cara dentro del cemento. En el preciso segundo en el que el polvo se dispersó, Jix se lanzó sobre su hija.

Shirei! Shirei! Mi pequeña! ¿Estás bien?

La alzó en brazos y, cuando comprobó que estaba en perfectas condiciones, se dirigió a la salida. Cuando pasó frente a la celda de Gunner, se detuvo y la miró de costado.

Voy a llevarmela un tiempo ¿De acuerdo? No puedo permitir que esto pase de nuevo...

Miró a su hija en brazos. Tenía que enseñarle a defenderse lo suficiente, por sus venas corría la sangre su madre y la suya, no podía dejar que le hiciesen algo de nuevo.

((solo por si acaso,las celdas estaban divididas por genero,osea que gunner no veia lo que le paso a shirei,son dos pasillos diferentes y te extraño jixyy))

Gunner:que le paso??!..*apreto las rejas de la celda*...(si ella estaba aqui eso significa que..me estaba buscando..)*baja la mirada y apreta mas las rejas*entrenala bien porfavor...

Shirei: *en los brazos de su padre,tenia algo marcado las partes del cuello*

Ragnorg: ¿que esta pasando aqui??*corre al lado de Jix*Shirei!*la revisa*que le paso??

((Si, si había entendido... Yo también te extrañaba))

Un tipo allá atrás... Parece que Shirei se encontró con algún prisionero suelto

La mirada del lobo seguía seria y punzante, nadie tenía el privilegio de ponerle una mano encima a su pequeña hija, mucho menos algún tipo cualquiera en una carcel.

Rag, eres libre de venir conmigo si quieres.

Le dirigió una mirada con una nueva y leve sonrisa.

Ya es hora de que le enseñe lo básico, no voy a poder estar con ella siempre y quiero que esté lo mejor preparada posible... Si algo le llega a pasar, yo... Yo...

Apretó fuerte las muelas y sus colmillos retiraron.

Además, no me importaría que Gunner se pudra un tiempo en la carcel! Le vendría bien.

Cambió totalmente de cara, ahora tenía los ojos cerrados y una amplia sonrisa que mostraba todos sus dientes

Planea escapar esta noche! Detrás del banco está empezando a cavar un pozo!

Le dio esta advertencia final al policía y salió caminando por la puerta con su hija en brazos.

Shirei...Shirei... despierta mi niña

La movió suavemente, sin notar la marca en su cuello

((No leí el Mp ayer, mil disculpas))

P-pero... ¿Tienes mi número, no? Solo compré uno de esos aparatos por ti! Puedes hablarme cuando quieras, mi niña.

Abrazó a Shirei con un poco de miedo, ya que no era bueno tratando con niñas pequeñas, pese a ser el padre de su hija desde hacía años.

Yo también te quiero, Shirei... Por eso voy a llevarte conmigo un tiempo...

Le dijo acariciándole la cabeza.

Ya no eres la niña que solías ser, no puedo dejar que te pase nada... Pero tampoco voy a poder estar a tu lado siempre tu mamá y yo.

Cargó a su hija en sus hombros y caminó mirandola desde abajo.

¿Te falta mucho para terminar la escuela? Me alegra que te vaya tan bien! Eres la única de los tres que es inteligente, tanto que ni pareces nuestra hija.

Eres lo mejor que he hecho en mi vida, Shirei...Por eso voy a enseñarte cosas importantes

Volvió la vista al frente y siguió caminando, hasta la salida de la ciudad, no estaba muy lejos, pero le era tiempo suficiente para explicarle a su hija la situación.

Todavía eres pequeña, no puedo separarte de tu madre, cuando seas más grande podrás hacer tu vida e ir y venir a voluntad, pero por ahora seguirás viviendo con ella... Sin embargo, por un tiempo vas a estar viviendo conmigo.

Le dijo con una sonrisa, mientras el verde pasto de la entrada al bosque aparecía bajo sus pies, que se movían a paso calmado sin parar.

Sabes que tu mamá y yo somos... Bueno... Especiales por así decirlo...

Desvió la mirada recordando los numerosos incidentes a lo largo de su vida, lo que incluía desde peleas en bares hasta haber volado castillos en pedazos.

Y por tu venas corre nuestra sangre! Así que eres igu- No, mejor que nosotros! Por eso es momento de que te enseñe lo básico, mi niña

Paró en seco frente a la cabaña en la cual habitaba. En ese momento Void y Rafflesian estaban fuera, quien sabe donde, y estaba seguro de que no volverían por un buen tiempo. Iban a tener el lugar para ellos solos.

Esta será tu casa por las próximas semanas, ya hablé con tus profesores, así que no tienes nada de que preocuparte. Si quieres invitar a alguna amiga o amigo, puedes hacerlo... Pero no vamos a desviarnos del objetivo principal ¿Entendido?

Seguramente, si Jix hubiera sabido como se iban a desarrollar las cosas, no habría llevado a su hija hasta ese lugar. Las situaciones que tendría que soportar el lobo desde ese día hasta que Shirei volviera con su madre... Bueno... Ya saben ((Graciosas, obviamente))

(XDD jix y su lado femenino maternal (?) )

Shirei observó la casa con asombro y cuanto más la miraba más sonreía,era tal como las historias que ella leía en la biblioteca o de los libros que su madre cofcofrobabacofcof y le entregaba a ella.

Shirei: papá tu casa es hermosa!! Esta lleno de árboles y flores y waaaa *grita de felicidad*es un sueñoo *abraza a jix fuerte* papa.. Aquí nací yo?

Jix tosió repetidas veces. ¡No tenía idea de donde había nacido su hija! Solo estaba seguro de que no era en esa casa, ya que no la había construido hace mucho.

Cof... N-no, esta casa es nueva, antes yo vivía en... En... Si, por ahí.

Titubeó unos segundos y se acercó a la cabaña, una vez que abrió la puerta algo explotó y una nube de polvo se alzó por el lugar.

Tsk... Una broma de Ruby, de seguro.

La vos del lobo se oía distinta.

¿Estás bien, Shirei?

El polvo aún no se dispersaba, la silueta del lobo apenas podía verse.

Ah, esa tipa... Cuando la vea voy a...

Cuando el polvo se dispersó, frente a Shirei se alzaba su padre... O por lo menos parte de el.

¿Siempre has sido tan grande?

Tenía el típico semblante de Jix cuando este estaba serio: El ceño fruncido, los brazos cruzados y la boca ligeramente abierta, mostrando alguno de sus colmillos. Lo único que había cambiado era su altura.

Ya después hablaré con ella, ahora entremos, ha sido un largo día.

El polvo se disipó del todo y Shirei pudo ver a un pequeño lobo. Era un poco más bajo que ella y de seguro también era más joven, pero de seguro era su padre. La ropa le quedaba grande y sus mangas colgaban de sus brazos cruzados. Se había llevado un cigarrillo a la boca y lo había encendido. Jix miró a su hija extrañado.

¿Te pasa algo?

Ahora era claro que la voz del lobo había cambiado... por la de un niño.

¿Ah?...AH!!!

Agarró el espejo y se miró fijamente.

S-soy... UN NIÑO! No, no, yo estoy seguro de ser un adulto, no puedo ser más joven que mi hija, es imposible!!!

Se sacudió, sin soltarse del agarre de Shirei.

Esa hija de... Voy a matarla.

Su rostro estaba sumido en las sombras y una sonrisa macabra que mostraba todos sus colmilloes en punta se dibujaba en la oscuridad de su rostro.

Shirei, ve a tu cuarto... Tengo que hablar con alguien

El sonrojo de Jix fue monumental. Tenía mucha verguenza de que su hija lo cuidara! Se dirigió a su cuarto a buscar algo de ropa que le quedaba mejor, de seguro aún tenía algo más de su talla.

Mañana vamos a ver como arreglar esto!

Por otra parte, en la mesada de la cocina, un paquete se posaba tranquilo. Parecía una caja de regalo, con un moño rojo y tení un cartel que decía "Para la lobita" con caligrafía muy formal.

En la caja había un uniforme de la escuela de Shirei, solo que era más pequeño y para hombre. A su vez, había una pequeña carta que decía: "Ahora ese estúpido lobo no podrá hacer nada ilegal contigo, saludos!"
Apenas Shirei terminó de leer esa carta, Jix bajó de su habitación y entró a la cocina.

Tsk... Acabo de hablar con tu madre, ya se escapó.

Se sentó en una silla y llevó los pies a la mesa, estaba molesto y había olvidado que su hija estaba con el, por lo que la idea de dar el ejemplo se había borrado de su mente.

Vamos a tener que ir a vivir con ella por un tiempo, resulta que tu profesor quiere conocer a tus padres... Y yo no puedo presentarme así...

Apoyó el cigarrillo en un cenicero y llevó la vista a su hija.

¿Es tu uniforme? Que suerte, parece que vas a tener que seguir yendo a la escuela todo el segundo cuatrimestre. Luego veremos lo del entrenamiento

¿Al colegio? Jajajaja

Estalló de risa, sacudiendose en la silla.

No hay manera de que yo vaya al colegio!

Paró de golpe y se concentro unos segundos. Si le habían dado un uniforme, de seguro el responsable estaría en el colegio de su hija y, además, podría controlar a cualquier idiota que se acercara a su pequeña niña. Una sonrisa malisiosa se dibujó en su rostro.

Vamos a ser compañeros entonces! Espero que me muestres la escuela y a todos tus compañeros!

Apretó fuerte las muelas y habló en voz baja.

Mañana vamos al colegio y luego a lo de tu madre...

S-soy tu padre! No puedes hacerme esto!

Protestó con la boca llena de comida, masticando con las mejillas coloradas.

Eh! Esto esto bueno.

Su rostro se transformó en una sonrisa amplia y tragó con gusto, moviendo la cola.

Más, más! Jejeje

Parecía haberse vuelto el hermanito de su hija. Cuando se dio cuenta de esto, tomó rápidamente una porción de tarta y se la mnadó de golpe a la boca, casi ahogándose.

Y-ya comí suficiente! Ahora me voy a dormir, mañana tengo un día largo, si me disculpas!

Y se fue rojo como un tomate a dormir, agarrando el uniforme que le habían regalado.

De muy mala gana Jix obedeció a su hija y luego de lavarse los dientes se fue a domir.

+A la mañana siguiente+

Esto es muy molesto! ¿Voy a tener que usar esta ropa de ahora en adelante? Me niego!

Se quejó el lobo, que a duras penas se había puesto el uniforme. Buscaba con la vista a su hija, para que fueran juntos a la escuela ¿Raro, no?

Vamos Shirei! Cuanto antes lleguemos antes podré volver a la normalidad

Se cruzó de brazos y se llevó un cigarrillo a la boca, sin encenderlo

Tch.

Subido a un pequeño banquito, Jix comenzó a peinar a Shirei.

No soy bueno con esto, pero es lo que hay.

Al cabo de unos minutos y casi sin dolor, el pelo de su hija se encontraba peinado y listo. Se bajó del banquito y levantó la mochila de la pequeña.

Vamos, ya es tarde.

Parecía que no solo se había vuelto más pequeño, si no que también había recuperado el malhumor que lo caracterizaba de niño.

Vamos a conocer a tus compañ-! Eh... Vamos a ser compañeros!

B-bajame! Si llego!

Se sacudió hasta quedar libre. Una vez apoyado en el suelo estiró su cuerpo intentando cerrar la puerta.

Ahora más pequeño que ti... Así que seré tu hermano menor.

Dijo intentando cerrar la puerta, sin llegar a la cerradura.

Pero soy amigo del director asi que conseguí que nos pusieran en la misma clase.

De un salto enganchó la llave en la cerradura y, colgando de ella, giró lo misma cerrando la puerta.

Voy a inventar algo así como que adelanté unos cursos, o algo así... Pero escucha Shirei, por más que vayamos juntos a la escuela, mi objetivo principal será encontrar a quien hizo esto.

Volvió a tomar la mano de su hija y se encaminó a la escuela.

Voy a hablar con el director primero, nos vemos más tarde.

Se trepó a un cantero de la escuela para darle un beso en la frente a Shirei, frente a todos los allí presentes, y se adentró en la escuela dejando atrás a su hija

Como si Jix lo hubiera pedido, el profesor/a, no se, lo que vos digás, porque tambien vas a manejarlo, entró al salón de clases y dijo en voz alta.

Erik! Ya suelta a Shirei, tenemos clases.

Se acomodó al frente de la clase y señaló a la puerta.

Bueno niños, tenemos un nuevo alumno, si bien es un año menor, en su antigua escuela cursaba el mismo que ustedes... Por eso será su compañero.

Por la puerta entró Jix, que tenía la corbata mal acomodada, la camisa fuera del pantalón y las manos en los bolsillos. Definitavemente había vuelto a su mala actitud de niño.

Buenos días... Me llamo Jix, el lobo. Un placer conocerlos

Dijo con un tono algo neutro, de mala gana, le molestaba mucho estar como un niño.

Totalmente rojo, Jix miró al profesor/a.

No, tu te sientas 3 asientos detrás de Shirei, no voy a dejar que hablen entre ustedes toda la clase.

El lobo se encaminó hacia su asiento, una vez tomó posición en el mismo, clavó profundamente la vista en su hija.

-Jiiiiiiii-

Decía en voz baja, con la mirada totalmente puesta en Shirei, para evitar que así alguien se le acercase. El aura del lobo, oscura, parecía verse desde el fondo del salón, como un monstruo que acechaba a su presa.

En un primer momento apretó los dientes con furia, pero luego exhaló tranquilo y se calmó. Iba a entrenar a su hija no solo en combate, si no también iba a fortalecer su personalidad, no iba a estar para protegerla siempre.

Ya, basta! ¿Shirei es aplicada y por eso se burlan?

La clase se calló de golpe y Jix se levantó de su asiento, para devolverle el libro a su hija.

No hace falta, leeré con alguien que esté cerca.

Volvió a su silla y miró a sus lados, no quería hablar con ningún chico, ya que todos eran posibles amenazas para su hija, asi que decidió acercar su banco al de una chica que tenía al lado.

¿Te molesta si leemos juntos?

Muchas gracias, mi nombre es Jix

Le sonrió con los ojos cerrados y luego posó su vista en el libro. Aprovecharía luego para sacarle información de los compañeros de su hija y cualquier cosa rara que haya aparecido los ultimos días, tal vez así encontraría a quien lo transformó en niño.

Bueno, entonces siguiendo con la clase...

Y así la clase continuó sin sobresaltos, salvo la mirada de Jix que se clavaba en la espalda de Shirei.

Fuaaa! Creía que iba a ser más larga

Estiró los brazos al finalizar la clase, mientras muchos chicos se levantaban y salían del aula, Jix se acomdó un poco más en su silla.