Pide un deseo

Agarro con fuerza a Jix y sus alas salieron de su espalda emprendiendo el vuelo.

Llévame hasta las cabeza!

Gritó mientras la lluvia golpeaba su cara y los rayos amenazaban con hacer lo mismo con Sally.

Tenemos que intentar golpearla de alguna manera!

-Prepárate...- Dijo y lanzó a Jix hacia la cabeza del dragón.

El lobo cayó con fuerza sobre la cabeza de Zilea, golpeandola con su puño cargado de electricidad. Al impactar, el dragón movió levemente su cabeza, resintiéndose por el golpe y tomó a Jix con sus garras.

Inutil! Todo lo que hagan es inútil!

Lanzó al lobo hacia Sally, golpeándola.

Mueran!

La boca de Zilea comenzó a brillar con un color blanco puro, parecía que algo iba a salir disparado en cualquier momento hacia la eriza. Sin embargo, el dragón lanzó el contenido de sus fauces hacia el cielo, el cual pareció iluminarse por unos segundos.

Tenemos que ir con todo, Sally!

Dijo Jix incorporándose. Algo parecía haber cambiado en su mirada.

Ella asintió, agarró con fuerza al lobo y volvió a elevarse aumentando su velocidad.

Los colmillos del lobo comenzaban a parecer cada vez más grandes, al igual que sus garras.

Ya! Lanzame!

Justo cuando el lobo terminó de pronunciar estas palabras, el gran rayo blanco que Zilea había disparado al cielo cayó con fuerza sobre ambos.

-Acaba con ella!!...-Arrojó al lobo con todas sus fuerzas segundos antes de recibir el rayo.

Al igual que la vez anterior, el daño que pudo provocarle a Zilea fue mínimo.

Son una decepción!

Gritó indignada la diosa antes de enviar a Jix a volar por los aires. Luego fijó su vista en la malherida eriza y le apuntó con una de sus garras.

Aquí se termina todo!

Un aura blanca envolvió a Sally, dejándola inmóvil. Poco a poco Zilea fue levantando una de sus garras, vaticinando un increíble ataque.

Sally!

Gritó Jix que apenas podía levantarse.

Abrió un poco los ojos pero no contesto, no podía moverse y casi no le quedaba energía para otro ataque.

Tsk

Vio la garra aproximándose a gran velocidad hacia Sally, si la golpeaba de seguro la atravesaría sin problemas. Tragó saliva y cerró los ojos.

Lanzale el collar!

Exclamó viendo desde la lejanía como Zilea movía su brazo para poder matar a Sally.

Que golpee su garra!

-El... Collar- Agarró el collar lo mas rápido que pudo y lo arroja hacia la garra.

El collar impactó contra las garras, partiéndose en varias partes. Apenas hubo unas milésimas de segundo para admirar los pedazos volando por el aire, antes de que una explosión de electricidad azul cegará a los allí presentes, levantando una gran nube de tierra en el proceso.

...

Pudo escucharse la jadeante respiración de Jix por unos segundos, todo parecía estar tan calmo y silencioso que por un momento se podía jurar que no había tormenta alguna a su alrededor. Una silueta se dibujó frente a Sally, interponiéndose entre ella y la garra de Zilea.

¿E-estás bien?

Preguntó el lobo mientras, poco a poco, empezaba a volverse más claro ante los ojos de la eriza.

-Estoy biennon que pasó?- mirándolo.

N-nada importante

Cuando por fin pudo verse con claridad a Jix este estaba, en efecto, entre Sally y Zilea. Su abdomen y parte de su pecho sen encontraban atravesados completamente por la garra de Zilea, de la cual goteaba sangre del lobo. Giró levemente la cabeza para poder ver a Sally.

Je... parece que hasta aquí llegué.

Sus ojos se cerraron por completo y una inmensa sonrisa, que mostraba todos sus dientes, los cuales se presionaban entre si, se dibujó en el herido rostro del lobo. Sin abrir los ojos, Jix se soltó de la garra y cayó al piso de espaldas. El golpe del cuerpo del lobo contra el piso retumbo por todo el lugar. El agua del suelo se mezclaba con su sangre y su sonrisa era borrada lentamente por la lluvia. El cielo brilló en una violenta explosión de rayos.

-o.o... Jix... Jix!!!- Se acercó a él y sostuvo su cabeza entre sus manos [color=#ff0000][-Jix... No te mueras porfavor-/color] dijo entre lágrimas.

No había respuesta alguna por parte del lobo. Su inexpresivo rostro era mojada suavemente por las gotas de lluvia y las lágrimas de Sally, las cuales rodeaban las mejillas y los pómulos de Jix, consumiendo poco a poco el escaso calor que aún quedaba en su cuerpo. La despiadada tormenta mecía sus cabellos y sus ropas mientras los rayos iluminaban el lugar en esporádicos estallidos.

-Idiota... idiota!... dijiste que pedirias tu deseo... mentiroso!!- desconsolada.

El cuerpo sin vida de Jix se dejaba mover de un lado a otro por Sally, sin oponer la menor resistencia.

Déjalo, niña

Dijo Zilea mientras se relamía la garra que había atravesado al lobo.

De no ser por el, habrías muerto

-Él no merecia esto... el deseaba pedir su deseo, aun mas que yo... mirandolo triste.

Pero el murió

Zilea volvió a transformarse a su forma humana y se acercó lentamente a Sally. Una vez frente a ella levantó su mano, apuntándole a la cabeza.

Terminemos con esto ¿Te parece?

En un rápido movimiento sujeto su mano y la Jaló para golpear su rostro con el puño.

Zilea Salió volando hacia atrás, rodando por el suelo hasta poder frenarse.

¿M-me golpeaste? No deberías poder hacerlo!

Se levantó rápidamente y miró el cuerpo de Jix.

(Ese lobo! ¿Que le hizo a mi cuerpo?)

Acercó su rostro al de jix y besó su mejilla, se puso de pie y caminó dirigiéndose hacia Zilea.

Pese al clima, la mejilla de Jix aún se encontraba tibia, cosa que Sally pudo sentir en sus labios. Mientras, Zilea miraba su cuerpo extrañada, lo sentía raro, entumecido.

(¿Es su energía? ¿Eso es lo que siento?)

Pensó para si misma, ignorando que Sally se acercaba.

Aprovechó la distracción de la diosa y lanzó flechas de energía hacia donde estaba.

Las flechas impactaron contra Zilea, obligándola a arrodillarse. Se miró confundida unos segundos, hasta que una estela eléctrica rodeó su cuerpo.

Tsk.

Se quejó por lo bajo, estaba totalmente paralizada y a merced de Sally.

-Ahora quien esta indefensa?- ya frente a ella la agarró del cuello y la levantó.

Al final tenía razón...

Sonrió confiada pese a ser sotenída por el cuello.

No pudiste proteger al lobo!

La miro molesta y con su mano libre atravezó el pecho de Zilea.

-Cierra la boca-

Sonrió mientras un hilo de sangre colgaba de sus labios.

Está muerto! No va a volver!

Zilea desapareció en las manos de Sally, esfumándose en la tormenta.

Bajo la mirada y regresó caminando hasta donde estaba el cuerpo del lobo.

-Ahora si tengo un deseo que pedir... dijo mirandolo con tristeza -Quiero que Jix regrese-

¿Hmm?

Zilea se materializó frente a ambos, mirando extrañada a Sally.

Sabes que es solo un deseo por persona ¿no? ¿Vas a desperdiciarlo en él? Nunca vas a volver a tener otra oportunidad como esta... Todo lo que alguna vez deseaste está al alcance de tus manos, unas simples palabras y podrías ser feliz eternamente, podrías tener todo lo que quisieras, podrías ser una diosa y más

-Ser feliz es lo que busco pero...- Se inclina a su lado -No podria serlo si el no vuelve a sonreir-

Se acerca flotando hacia Sally y mira a lobo que yacía en el suelo.

¿Tan importante es para ti?¿Que tipo de relación tienen ustedes dos?

Se encongió de hombros y negó con la cabeza.

No comprendo la amistad de los mortales...

Luego de un breve suspiro, Zilea levantó la mano e hizo brillar el cielo. De entre las nubes un rayo blanco cayó sobre Jix, elevando su cuerpo levemente.

Está hecho

Dijo la diosa.

-De verdad?...- mirando a Jix.

¿Podrías hacer silencio? Trato de dormir un poco...

La voz del lobo rompió el silencio que se había impuesto pese al constante golpeteo de las gotas de agua contra el piso y del crujir de los relámpagos en el cielo. Parpadeando numerosas veces, los ojos de Jix se abrieron, sufriendo por la constante exposición a los fulgores de los rayos.

¿Que pasa, Sally?¿Por qué esa cara?

-...# Eres un idiota!!- golpeó su cabeza con el puño.

-No te atrevaz a morir otra vez porque esta es la última vez que te revivo!!- Dijo molesta, las lágrimas caían por sus mejillas.

Eh!

Gritó molesto al recibir el golpe, llevando sus manos a la cabeza para aliviar el dolor. Subió la vista una vez que su cabeza ya no dolía y se quedó anonadado de ver a Sally llorando, nunca la eriza había parecido tan hermosa como lo hacía en ese momento, sus ojos brillaban por las lágrimas y sus mejillas rosadas le mostraban una Sally que nunca había visto. No tuvo más opción que desviar la mirada, sonrojado.

P-perdón... No quería que murieras...