La verdad de las cosas

**Hordik** Lun Feb 29, 2016 6:25 am

Todos los seres vivientes tienen un propósito para su existencia, aun los más despreciables y ruines tienen una motivación para hacer sus fechorías, sin embargo, hay excepciones... yo no tengo un propósito de existencia... siquiera se la verdadera razón por la cual vivo o existo...

Actualmente "vivo" junto a un par de individuos a los cuales se les denomina... "amigos" o incluso "familia", no hago más que perder el tiempo en pensamientos o algún acontecimiento que valga mi atención... y a pesar de todo no puedo dejar de pensar en como eran las cosas desde un inicio...

Nadie sabe con certeza cual es mi origen, muy pocos saben de donde vine... mas ahora mismo voy a soltarlo todo, toda mi verdad con la esperanza de encontrar tranquilidad sabiendo que quizás ello no va a suceder...

Soy una de tres hermanas creadas por uno de los seres cósmicos que rigen este universo, podría decirse que se trata de un "Dios" o es así como se les suele llamar... uno al que solo le interesa una cosa: divertirse. Es esa clase de Dios que crea y luego destruye por mero entretenimiento... y cierto día se le ocurrió darnos nacimiento y volvernos la deidad de un elemento, como aquellos que ya se conocen... los más básicos: Agua, Tierra, Fuego y Viento.

Sin embargo nosotras estaríamos en la tercera categoría... la segunda la ocupan: Hielo, Rayo, Luz y Oscuridad. Nosotras representariamos un elemento que englobaría aun más el universo en el que vivimos... Unión y Caos.

Se dice que todos aquellos con pensamientos de destrucción, de negatividad y decadencia ejercen el elemento del Caos, mientras que los que luchan por lo opuesto ejercen el elemento de la Unión. Para mi desgracia... ninguno de ellos sería mi lugar, mis otras hermanas ocuparon cada una un lugar, a mi se me encomendó un lugar diferente... uno que incluso creó el elemento más desconocido y peligroso... yo sería la deidad del Vacío.

A diferencia de los demás elementos, el Vacío solo servía para una cosa: destruir. Y mayor fue mi decepción al conocer el destino que me esperaba... porque a comparación de mis hermanas, yo no tendría libertad, estaría prisionera en un mundo muerto, utilizado como vertedero de las criaturas más repugnantes para ser devoradas por el hambre insaciable del vacío. Esto me llenó de ira y odio, contra mi creador, mis hermanas, contra todo lo existente en este universo...

De vez en cuando "Él" se aparecía, diciendome que le gustaría entretenerse conmigo... pero que aún era demasiado joven, y yo lo odié, odié su maldita sonrisa burlona, su aire de superioridad, deseaba jamás haber sido creada... hasta que llegó el día que una oportunidad se me presentó, un grupo de seres que jamás pensé que vería en mi vida llegaron a mi mundo... fue el día que conocí a Jix... a Rafflesian y a Durius...

.....lo recuerdo... como si hubiera sido ayer

**Hordik** Mar Mar 01, 2016 1:15 am

Ellos no tenían idea a que lugar habían llegado, pero aquella muchacha... Rafflesian sabia que era el Vacío, ¿pero como? aun hasta el día de hoy me intriga esa chica, pero volviendo al asunto, vi en ellos una potencial oportunidad de salir de mi prisión. No recuerdo muy bien que ocurrio cuando nos vimos, estoy casi segura que peleamos entre nosotros hasta que finalmente salimos de ese maldito lugar.

Experimenté por primera vez una libertad increible, ya no sentía las ataduras en mis extremidades, era libre... ¡libre al fin!. Sin embargo... las cosas solo comenzarían a complicarse en este punto, yo, como la personificación misma del Vacío, tenia una incontrolable necesidad de energía, esa energía la adquiría con facilidad en mi mundo, ya que tenía millones de criaturas que podria absorber... pero aquí afuera no era así, no habian monstruos, habia gente, árboles, montañas... no estaba enterada de esto hasta que mi cuerpo actuó por cuenta propia y un agujero negro se formó en mi...

Poco a poco las cosas comenzaban a ser arrastradas hacia mi interior de forma incontrolable, Jix, quien me habia encontrado momentos antes no sabía que hacer y parecía que el planeta entero seria consumido, pero entonces fue que Rafflesian usó de su propia energía para suplir la mia, sin embargo, algo ocurrió que provocó que mi cuerpo adulto sufriera una transformación, adoptando la apariencia de una niña.

No era más que una de las primeras complicaciones, puesto que en lo profundo de mi mundo... algo muy malo estaba sucediendo.

Todo estaba por volverse un caos...

**Hordik** Miér Mar 02, 2016 3:59 am

De alguna u otra forma habia dejado de ser una deidad a convertirme en un tipo de "niña" bajo el cargo de este lobo llamado Jix, era una idea que me desagradaba rotundamente, ¡sobretodo porque me trataba igual como a una niña!

Era humillante, y me ponia furiosa, recuperar mi cuerpo adulto se convirtió en mi prioridad número uno, ¿pero como demonios iba a recuperarlo? ¿esperar a que creciera? ridiculo. El asunto es que en cuestión de horas miles de portales del Vacío comenzaron a abrirse en este mundo y comenzaban a salir una tras otra las bestias deformes y decerebradas de mi mundo.

Pronto me di cuenta que sin mí para absorber a esos monstruos, el Vacío se repletaría de esas cosas que no dejaban de crearse y en cuestion de horas era un suceso que ocurría en aquel momento... ¿Cuál sería la solución? era bastante obvia la verdad... debía regresar ahí... y no quería, preferiría morir a volver.

Los monstruos ya eran muchos y la gente que sabía pelear se las arreglaba para acabar con ellos, pero eran demasiados aun para tan valientes y desesperados intentos, cuando estaba a punto de volver, Rafflesian y Durius comenzaron a aplacar a los monstruos y cerrar portales. ¿que tan poderosos eran esos dos?. Rafflesian miró hacia mi con una mirada tan compasiva... y me dijo una palabras que nunca olvidaré...

Tu no quieres volver ahí ¿verdad?, no te preocupes, me aseguraré que nunca más vuelvas a hacerlo

Y así... como si se tratara de mi misma, copió mi habilidad para crear agujeros negros y absorbiendo en el a las criaturas, lo arrojó hacia el mismo Vacío para finalmente sellar la entrada. El agujero actuaria como mi suplente en ese mundo, absorbiendo todo a su paso, Rafflesian quedó muy debilitada y todos temimos por su vida.

Eventualmente, con un buen descanso y litros de agua estaría repuesta en unos días, Jix me pidió que me quedara con ellos... en este mundo tan pequeño y vulnerable, se lo estaba pidiendo a una amenaza mortal como yo...

Algo en mi interior me hizo aceptar su propuesta...

**Hordik** Vie Mar 04, 2016 1:28 am

Los portales que se habían abierto hacia el Vacío se habían sellado luego de la acción realizada por Rafflesian, de cierta forma... ella me regaló mi completa libertad, mi cuerpo no era el mismo pero era libre al fin. A partir de ese día, tuvimos muchas aventuras y con el pasar del tiempo mi cuerpo comenzaba a "crecer" a como era en un inicio, era casi como si hubiera vuelto a nacer.

Las cosas se pusieron complicadas nuevamente el día que Magnus apareció junto con la nefasta organización de Axxes, aun con mi poder actual, no era capaz de enfrentar por mi misma a esa bestia, si llegaba a ponerme las garras encima era capaz de "despedazarme" y lo digo de esta forma porque... al ser secretamente una semi-diosa, no puedo morir si no es a mano de seres idénticos o superiores a mi y no quería revelar mi identidad aún, temía que "Él" lo supiera y viniera por mí.

Así me mantuve meses, hasta que Hatsu y sus amigos aplacaron a Magnus, mas no pudieron destruirlo y escapó, seguramente volvería y no tendría piedad alguna, bueno... ¿cuando ese monstruo ha tenido piedad? hmph...

Y efectivamente volvió, con un ejercito de Biometalizados, estaba dispuesto a erradicar la vida apenas sobreviviente de Mobius...

Pronto las cosas se salieron de control... Magnus era demasiado poderoso para cualquiera, si capacidad para aprender y dominar las técnicas de combate era abrumadora... literalmente lo que no lo mataba lo hacía más fuerte y era imparable. Me veía obligada a tomar totalmente cartas en el asunto...

**Hordik** Vie Mar 11, 2016 8:02 pm

No quería que las cosas empeoraran... deseaba arreglar todo, deseaba ver un mundo sin tanta destrucción, muerte y sufrimiento... Entonces me puse a pensar... ¿sería capaz de revertir todo desde la raíz? no era consciente yo misma de todo mi potencial, pero si no lo intentaba este mundo no tendría salvación.

Concentré mis fuerzas, mis deseos, toda mi determinación en cambiar esto, ¡quería volver a un mundo donde Magnus no existiera o fuera lo suficientemente débil para aplastarlo!. Sin embargo, mi deseo tomó un rumbo muy diferente al que tenía contemplado, agoté casi todas mis energías en crear un portal dimensional y cumplir mi cometido... y entonces observe como familiares de Jix entraban al portal, luego este mismo me agarró desde mi lugar y entramos todos, ¡mi plan había sido frustrado!

¡Joder que estaba molesta! si hubiera tenido energías habría ahorcado a Gunner... ni modo, ya habíamos cruzado el portal y... lo que encontramos fue algo muy diferente a lo que esperaba

Las primeras personas que llegaron ante nosotros fueron Rafflesian y Durius, sin embargo, es como si el rol de ambos estuviera invertido de cierta forma, además eran tan distantes... el lugar se veía solitario, no había una sola alma por los alrededores y luego nos enteramos porque... a la mala.

Desde el cielo aparecieron dos figuras aladas, vistiendo un blanco y dorado tan brillantes que era difícil mirarlos directamente, mayor fue nuestra sorpresa cuando nos enteramos que se trataba de Madareth y su hermana Ruby, pero no eran demonios sino Arcángeles. ¿¡pero que demonios!?

Raff nos replicó muchas veces que nos ocultáramos en su casa mientras pasaba el peligro pero fue inútil, querían llevarse por alguna razón a la hija de Jix y se inició una gran pelea que acabó con la vida de Durius en un intento por escapar... se nos reveló luego que el planeta estaba siendo oprimido por un grupo de delincuentes que esparcían el caos y la desesperación, más chocante fue enterarse que Hordik era su líder... mis sospechas se habían aclarado, habíamos viajado a una línea temporal opuesta a nuestro mundo... ya no estábamos en Mobius, sino en Moebius o el Anti-Mobius.

**Hordik** Lun Mar 21, 2016 2:27 am

No tenía la más mínima intensión de quedarme en esta dimensión, y por como las cosas estaban yendo en este momento tendríamos fuertes complicaciones, pero ya había puesto mis manos al fuego y debía resolver todo esto.

Dejando a los chicos a cargo de Rafflesian, me separé del grupo para mover los hilos tras bambalinas, el objetivo de momento no era yo, sino Shirei y aunque sonara egoísta, la usaría para tener éxito en esto. ¿pero por donde comenzaría? metida en un mundo desconocido, con habitantes seguramente hostiles... pero aun así, no tengo porque ser piadosa si es que llegan a meterse conmigo, corrí a escondidas a la ciudad más cercana la cual era supuesto cuartel del grupo antisocial que aterrorizaba este mundo, quizás si los desafiaba conseguiría lo necesario para volver y espero que unas posibles respuestas.

La ciudad estaba completamente desierta, la calle estaba sucia, descuida y había índices de una fuerte batalla por donde caminara, puertas de casas tumbadas, ventanas cerradas por barrotes como si estuviera caminando en una cárcel gigantesca... no me daba buena espina para nada y ese aire hostil me recorría la espina dorsal como un escalofrío de incomodas sensaciones.

Vaya vaya, sabía que ese aroma tan dulce venía de una chica, dime... ¿que hace alguien como tú tan sola por este peligroso lugar?

Dijo una voz masculina, resonó detrás de mí... sabía que no faltaría mucho para que comenzaran los problemas, no me tomé la molestia para no verle la cara. Como si no me importara seguí caminando, eventualmente tendría que prepararme para pelear cuando el extraño se abalanzara lo cual no tardó mucho puesto que este saltó por sobre mi impidiéndome el paso.

¡Oye estúpida! ¿a quien crees que estas ignorando?

No tengo idea ni tampoco me interesa quien seas, fuera de mi vista o me veré obligada a esparcir tus vísceras por toda esta calle

Oh... ¿te crees muy valiente, eh? muy bien, vamos a divertirnos un poco

El extraño estaba cubierto de una capucha de un color verde oscuro, no se le podía ver más que unas grebas con un diseño como de escamas, pronto desde la capucha sacó una lanza de gran tamaño, este tipo no estaba con rodeos.

**Hordik** Miér Abr 27, 2016 10:08 pm

El viento dio un fuerte soplido y mi mejilla izquierda se resintió un poco, una leve sensación de calor recorrió mi mejilla lo que me obligó a llevar mi mano a ella, se trataba de algo húmedo, familiar en aroma, mis ojos se desplazaron hasta el par de dedos que habían recogido aquel fluido, su color carmesí era inconfundible.

Sangre... ¿huh? ya veo... es el viento

Dando un rápido paso hacia atrás, el encapuchado estrellaba su lanza con una fuerza descomunal sobre las losas que recubrían el suelo bajo mis pies, asumí que aquella muestra de habilidad fue para distraer mi vista, pero no soy estúpida. Suspiré pesadamente para luego llevar los dedos a mi mano derecha y hacer una marca con mi propia sangre, la cual se iluminó a los segundos terminada.

Los habitantes de este mundo son todos unos bárbaros... ugh... que desagrado el ensuciarme las manos con tal aberrantes seres...

Otro ataque de la lanza pasó por mi lado derecho, tenía suerte de que sus ráfagas de viento delataran la trayectoria planeada por mi atacante, no tenía reparo alguno en blandir una y otra vez su bastón con filo, no iba a atacarlo eventualmente... al menos por ahora.

Vamos... solo soy una muchacha desarmada y no puedes siquiera asestarme un misero golpe

¡Mocosa, apenas y estoy siguiéndote el paso!

Sus ataques se volvían más rápidos y más difíciles de predecir, sin embargo podía percibir que en una fracción leve de medio segundo su fuerza era menor, algo me indicaba que su frenesí le estaba agotando y era cosa de tiempo para tomar ventaja de la situación. Dando un salto hacia la pared y liberando un poco de mi energía de mi mano no marcada, destruí aquella pared para hacerla caer contra mi enemigo, sabía que no lo detendría pero me daría unos cuantos segundos para recuperar mi equilibrio.

Estando desarmada, mi única ayuda eran los alrededores, pero este lugar eran solo paredes y barrotes... más que necesario para acabar con esto. Me voltee hacia el encapuchado quien ya cargaba en mi contra, alcé mi mano marcada con un circulo mágico, los bloques de concreto del suelo comenzaron a levitar a mi alrededor, mientras que las murallas de ladrillo azulado y los barrotes eran absorbidos hacia mi por medio de un agujero negro.

¿Huh?

Es mi turno para defenderme ahora...

Formé un puño con mi mano para que los bloques de concreto y los ladrillos se agruparan en bloques más grandes, por excepción de los que estaban siendo absorbidos por el agujero negro. Agitando el puño, los múltiples bloques de gran tamaño salieron al encuentro de mi enemigo.

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