Polos Opuestos - La Musa y El Relámpago

Se detuvo unos instantes al escuchar aquel particular sonido venir desde su compañera, con su voz única era un dulce e intenso canto más. Las palabras que escuchaba venir de ella calaban profundamente en su mente y sonaban como un eco casi interminable e intenso.

Movió sus propias piernas y se deshizo por completo del pantalon, arrojandolo casi cerca de la puerta, aflojó apenas su cercania con ella para desplazar los labios desde su cuello lentamente bajando con besos hacia su pecho, sus manos impacibles acariciaban su espalda y cadera con una leve presión, atrapandola con algo de recelo.

-mhh... yo... también... te deseo... como nunca antes...-

Susurró de regreso y volvió a suspirar entre besos que recorrian la suave piel de su compañera.

-Te lo advertí..-

Posé una de mis manos sobre su pecho desnudo y lo empujé hacia un lado, haciendo que cayera sobre la cama de la habitación, sin pensarlo, me coloque sobre el mientras lo besaba, esta vez mas busca que antes, como si quisiera encontrar algo escondido en su boca.
Tomé sus manos y las entrelacé con las mías para así recostarme sobre él y sobre la cama.

-Te advertí... Que que-quedarías atra...pado-

Le decía mientras mis suspiros escapaban en las cortas pausas que hacía para dejar de besarle. Algo muy intenso estaba invadiéndome en este minuto, algo que no sabía como controlar, era intenso, demasiado tal vez, ¿Se sentirá igual que yo?, lentamente baje mi boca hasta su cuello, sin dejar la pasión con la cual lo besaba hace unos momentos.
El aroma de su cuerpo... Era demasiado sensual para mi.

Sus primeras palabras fueron una interrogante hasta el instante en que fue atrapado con la guardia totalmente baja, sorprendido por la reacción de ella no pudo hacer nada al caer sobre la cama para ser acorralado inmediatamente entre esta y el cuerpo de su compañera. Ella tenía la razón, cayó atrapado en sus sensuales redes.

¡M-mhh!

El asedio no terminaba alli, un beso con desmesurada pasión le fue dado, apenas reponiendose de la sorpresa y ya sus lenguas se encontraban en una danza desenfrenada.

No habia palabras que pudiera decir en esos instantes, con suerte podía recuperar el aire que le era arrebatado con sus besos. Finalmente su boca fue liberada, pero su cuello fue la siguiente victima.

Y-Ya... estas subiendo... ahh.. la marcha cariño?

No podía negarlo, el aroma que despedía su compañera lo ponía a total merced sumando la deliciosa sensacion de su cuerpo sobre el propio, le dejaría hacer de las suyas un momento.

Sus manos permanecían entrelazadas con las de ella lo que le impedía posarlas sobre su cuerpo, pero opondría algo de resistencia a lo que le dio la idea de empujar su cadera contra la de ella, el tambien tiene con que asediar.

Mis ojos se abrieron sin previo aviso, al sentir aquel movimiento de él en contra mía, era algo que recorrió mi cuerpo y me hizo perder la compostura por un momento. Mis mejillas también cambiaron de color de un instante a otro, pero era raro, son esas sensaciones nuevas que hacen que inconscientemente quieras más de ellas.

Cuando pude retomar mi compostura dejé de atacar su cuello, para que mi boca se acercara a su oreja, intentaba sonar calmada, pero mi respiración jadeante, era la que se interponía en mi propósito.

-¿Marcha? Puedo.. Acelerarla, tanto c-como quiera...-

Fue entonces cuando volví a sonreír, y deje una de mis manos libres de la suya y la coloqué peligrosamente cerca de su cadera, bajo mi propio cuerpo, mordí levemente su oreja, al momento que dejaba mi mano entrar sin permiso en su ropa interior.

Sus ojos se abrieron más a la vez que su rostro era invadido por un evidente sonrojo, no solo por el jugueteo con su oreja, sino por aquella mano intrusa que buscaba bajo su unica prenda, aquello que encontraría la dejaría sorprendida y a el posiblemente desvalido de toda oposición.

¡H-Hey! ¿D-Donde estas toc--? ¡Oh! N-No es... un juguete..

Pero ya estaba en sus manos, sin embargo tenia una mano libre y aprovecharia cualquier oportunidad para no quedarse atras, sin pedir permiso de igual manera posó su mano libre sobre su suave y esponjado pecho el cual sin más comenzó a masajear.

Ah...

Fue lo único que alcanzo a salir de mi boca. Su tacto era suave... Aquel movimiento hizo que incluso dejara que mi mano siguiera actuando, me gustaba, no quería que el se detuviera en ese momento.

Pero a pesar de todo seguí en mi labor y mi mano volvió a sus movimientos originales de hace unos instantes. Era complicado no querer continuar con aquella labor, y al parecer su compañero tampoco quería sacarla de ese lugar.

M-m-me cau...sa, intriga, ¿Sabes?

Dije sin dejar de jadear sobre su oreja. Esta vez deje mi boca sin acto y no volví a morderle la oreja y solo me dejaba llevar por la sensación de aquella mano sobre mi pecho y la mía bajo su ropa.

No tenía certeza si se trataba de su mirada extasiada, el tono jadeante y dulce de su voz o la forma que su cuerpo se estremecía al tocarla lo que le volvia más y más loco. Con una unica mano continuaba acariciando su pecho con suavidad mientras aquel masaje se tornaba más intenso, por otra parte las caricias que recibia por parte de ella no eran precisamente suaves sino que firmes, como un depredador que atrapaba a su presa.

De una cosa estaba seguro, ella disfrutaba el travieso jugueteo y se reflejaba en su mirada de mar azul, respiró profundamente para besar juguetonamente su cuello el cual tenia cerca, las sensaciones que sentia incluso le provocaban soltar tenues descargas electricas que no le hacian daño a su compañera, sino que le ocacionaban curiosas cosquillas.

M-Mhh... ¿intriga? eres... una traviesa... y me encanta... por alguna razon...

Le dijo entre besos pausados a su cuello, con un tono de voz igual de agitado, su ropa interior ya no le era suficiente para encubrir la evidente señal de excitación y ella podía notarlo totalmente.

Los movimientos de Hatsu, mezclados con aquellos toques eléctricos sobre mi cuerpo, el que se encontraba tan sensible por la sensaciones naturales que causaba el mismo sin ella, hacían que fuera una combinación casi exquisita.

Esto hacía que mis suspiros fueran en aumento, era imposible contenerse con algo como esto, lo que también impulso que su mano comenzara a presional ligeramente a su compañero al momento que la misma hacía que sus movimientos fueran más rápidos junto con una leve brusquedad.

¿Se-serás, comple....tamente mio?

Le dije mientras que mi calor corporal, mi excitación, aumentarán más y más conforme seguía en mi labor

Qui-quiero... Sen...tir cada... Cada par-parte... De ti

C-Cada... parte... de mi... ¿Huh?

El momento había llegado, le había dejado hacer de las suyas por suficiente tiempo y el también quería disfrutar de la sensación de llevar las riendas de quien sentía mayor placer. Se soltó de su otra mano para incorporarse de tal forma que quedaba sentado y a ella sobre sus muslos, aun le tenía sujetado, al sentarse ambos tanto ella como el quedaron más expuestos.

Quien será... completamente mía... serás tu...

La tomó con firmeza desde la cadera y haciendo uso de su característica fuerza giró junto a ella debido al estar aún atrapado por ella aunque de igual forma logrando recostarse sobre su cuerpo. Con sus manos ahora libres retomó los primeros masajes mientras que con su otra mano hizo lo mismo a ella volviendo su mano un intruso que se deslizó con facilidad bajo su última barrera, las caricias propinadas eran intensas y reflejaban la pasión que le hacía sentir.

Como si fuera poco, sus labios se unieron como si no hubiera mañana, las luces titilaban tenuemente y su cosquillosa electricidad cruzaba completamente el cálido cuerpo bajo el.

¡E-e-Espe-----! ¡Ah--!

Lo que hizo fue completamente rápido, ahora a la que no le fue posible reaccionar fui yo. Por un momento la dominante fui yo, no quería sentirme a merced de él, no, aun no, pero aquel movimiento de sus manos no me permitían hacer nada.

Por acto reflejo en un momento junte levemente mis piernas, pero el placer junto con esos toques eléctricos ligeramente más intensos hicieron que mi cuerpo se moviera sin dar yo la orden.

¡¡H-H-Hat----Hat...su!!

Mis ojos se cerraron con fuerza. Mi espalda fue violenta al arquearse y mi garganta soltó el gemido más agudo de la noche, esto no es lo que tenía en mente, se supone que el debería de estar como yo en este momento, mis dedos se retorcieron solos por lo cual me era imposible de hacer algún movimiento, no al menos que mi cuerpo se acostumbrara a esto.

Hmmnhmn...

¿Hmm? ¿Esperar? No lo creo... a menos que... tu desees que así sea...

Sonrió, era la primera vez que la veía reaccionar de tal forma, sensual, totalmente entregada al placer del momento, incluso la sensación era tal que la paralizaba para continuar con su jugueteo, lo cual no le decepcionaba de ninguna forma ya que verla disfrutar de esta forma le hacía disfrutar a el también.

No... no pienso detenerme... de todas formas

Dijo un poco agitado, recorriendo su cuello con los labios mientras bajaba poco a poco por su cuerpo mientras lo arqueaba, facilitándole el trabajo. Aquella mano que continuaba deslizándose bajo su prenda no cesaba por ningún motivo, una buena ventaja el ser tan bueno con el gatillo de la pistola.

¡Hmmn...!

Mi espalda no paraba de arquearse, no podía detenerlo, eran sensaciones tan, tan intensas que controlarlo era completamente imposible, pero sabia que esto no podía continuar, el movimiento de sus manos era muy hábil, por lo que si seguía así yo... Yo...
Mi respiración estaba muy agitada y jadeaba como nunca lo había hecho en mi vida, pero comenzaba a controlar las pulsaciones de mi cuerpo.

N-no te... Dejaré to-toda la... Diversión...

Al terminar de decir aquello, abrí por completo mis piernas, para así, poder aprisionar su cadera con la mía lo más que pude y así imposibilitar el movimiento se su mano al apegar lo más posible su cadera contra la mía, podía sentirlo muy cerca de mi, tal vez, demasiado... A pesar de que seguía con su boca con aquellos besos sobre mi piel, moví mis manos tras de él, para así, despojarlo medianamente de su ropa interior, para así sentir que volvía a tener parte al menos del control, ya que así, sólo sería yo, con algo sobre mis pieles.
Volví a tener un poco de compostura, ya que no estaba siendo atacada por sus hábiles manos, sonreí, pero sin decir nada más, sólo deje escapar una leve carcajada juguetona de mi boca.

¡O-Oh no! me atrapaste...

Sonrió al decir esto, estaban en una posicion comprometedora y ademas sus piernas le evitarian toda posible interaccion con su mano por la cercanía, pero aun no estaba fuera de juego.

A esta altura su última prenda le fastidiaba y se desaría de toda molestia, quitó su mano atrapada y posó ambas en los delgados tirantes de su ropa interior la cual no era tradicional, se amarraba con un lazo desde los costados y de un suave tiron de los cordeles soltó su prenda mientras la miraba a los ojos.

Ups...la última linea de defensa...

No necesitaba mirar, ya podía sentir con totalidad la piel de su compañera contra la propia, la cercanía que ella habia proporcionado entre caderas permitía un frote suave de múltiples sensaciones, acomodando los brazos sobre las sabanas mientras la aprisionaba contra la cama y su cuerpo.

Sin ningún reparo deje que mi cara dibujara una sonrisa maliciosa que ya no me interesaba por completo ocultar. Mis manos buscaron las de él para volver a entrelazarse con ellas, mis ojos fueron directo a los de el para fijarse en aquellos.

Mi respiración agitada y jadeante de calmaron por unos momentos.

-Te lo dije.... Hace mucho rato...-

Mis ojos cambiaron de color, al característico carmesí. Coloqué nuestras manos entrelazadas estiradas mas arriba de nuestras cabezas, sin dejar sus cautivadores ojos, le dije sin olvidar mantener aquella maliosa sonrisa.

♫ E - res mi - o ♫

Mi voz lo dijo en aquel son de melodía, haciendo que sus muñecas quedaron muy pesadas, moviendo el peso de su cuerpo hacía ellas, sólo sus muñecas, para así impedir que mi compañero impidiera mi propósito, sólo por ahora.
Si él me dio placer con parte de su Séptima, ¿Por qué no hacer lo mismo con la mía?
Aprovechando que su cuerpo pesaba menos por ese momento volvió a voltearlo para volver a quedar sobre él.

♫ Cada parte de ti.... Me pertenece ♫

Cantaba en tono casi susurrante para que se viera imposibilitado por unos momentos más, separando un poco mi cuerpo del de mi compañero, sin importar si podía verme o no. Aquel movimiento me despojó por completo se mi ropa interior, pero yo también despoje a mi compañero de las suyas de una vez. Ya no había barrera alguna en contra de los dos, a partir de este punto, las posibilidades son infinitas.
En ningún momento detuve el contacto visual.

♫ Se A-ca-bó ♫

Lo besé de nuevo con pasión pero una corta vez y baje por su cuello, mi séptima ya no tenía efecto al no estar cantando y mis ojos volvieron a ser de aquel color azul.
Comencé a besar su pecho, mientras que mis manos soltaron las de él y hundía levemente sobre sus costillas. Todo su torso estaban siendo acariciados por aquellas uñas y mi boca se acercaba lentamente a su cadera.

Demonios, no podía hacer mucho contra su voz, la ventaja más grande que tiene sobre muchos es el poder de sus cánticos, suspiró cerrando uno de sus ojos mirándola recorrer los terrenos como si nada, ¿Qué pretendía? Leer mentes no era lo suyo.

Estas... m-muy equivocada... si crees que es... el final

Respiró profundamente para mantener la compostura, no iba a ceder, no iba a perder el control solo porque su compañera recorría terrenos peligrosos, y de por si ya le era difícil solo de verla en dicha posición, tan expuesta, provocativa.

¿Tanto... disfrutas... eso?

Posó una de las manos sobre su cabeza deslizando los dedos en sus cabellos, se le sentía tan cálida, como si sufriera de fiebre, pero no era más que el fervor de la batalla.

Podía recorrer su cuerpo como si fuera suyo, no había mucho que pelear, era como si tuviera completa merced en él.
Seguía besando su torso cada vez más y más cerca de su cadera, pero adelantó una de sus manos a la pelvis de aquel muchacho para que sus uñae hicieran guardia ahí, moviéndose en un lento trayecto, intentando hacer que alquel no pudiera controlarse.

No sabes... Cuánto...

Respondí del mismo tono susurrante, ya Encontrándome en aquellos sitios prohibidos para otros.

....Me gusta dominarte.

Dije en seco antes que mi mano y mi boca jugaran a competir entre ellas quien le daba el mayor placer al muchacho.

La repentina y húmeda sensación fue curiosa, nunca antes experimentada y le hizo dar un largo y sonoro suspiro, se incorporó sentándose en el lugar, observando la osadía, el atrevimiento que su compañera tenía. Se sentía un poco avergonzado que ella le viera de esta forma, pero pronto entró en cuenta que a ella no le importaba, fue entonces que escuchó sus palabras, unas que le desafiaban: ¿"dominarle"? le haría saber cuan dominado por su encantos se encontraba.

Ahh... jmjm oh cariño... no... no debiste ser tan sincera.

Le dijo con una gran sonrisa, la cual parecía inocente, pero ni ella misma sabía cuanto ocultaba en ella, tomó su mano trabajadora y comenzó a guiarla mientras que con su otra mano la apoyó sobre su cabeza, para que siguiera un ritmo mas veloz e intenso, era el quien movía los hilos de la situación mientras esa sonrisa se mantenía en su rostro.

¿Quién... crees que gane... la competencia? Tu estas... dominando... ¿verdad? 

Lo estaba logrando, la musa estaba logrando liberar algo nuevo en el relámpago.

Mis manos y mis boca eran guiadas por aquel relámpago, hacían que se movieran tal como el quería, lo cual ella simplemente permitió. Era extraño, no me sentía avergonzada ni me mi postura ni de lo que hacía, al contrario, era como si todo esto me tuviera extasiada.

Detuve lo que hacia con mi boca intrusa y lo mire, estaba con aquella mirada desafiante, pero intentaba ser seductora de alguna forma.

No veo que tu estés dominando.. ¿O si?

Lo miraba a sus ojos, intentando llegar a lo mas hondo de su ser solo con su mirada, pero, su mano continuaba en su trabajo

Que atrevida... eres muy valiente en decirme algo así

El contacto visual era absoluto, desafiante, sensual... la tomó con firmeza desde la cintura para acercarla y sentarla sobre sus piernas, mas, sin evitar que su mano continuara con la labor. Apoyando una mano en su espalda baja la apegó lo suficiente para estar a centímetros de su rostro, una vez ahí puso a trabajar una de sus manos para devolverle el favor, el mismo placer que experimentaba por parte de ella.

Tu... eres mi musa ahora...

Con travesura, mordía su labio inferior mientras su mano libre recorría su cuello y se deslizaba hacia abajo hasta posarse sobre su pecho, dedicándole más que un intenso masaje. Sus bocas se encontraban en besos cortos pero apasionados, no iba a dejar nada de ella sin actividad.

¿Aun... crees... que no puedo... dominar?

Susurraba entre los besos cortos, haciendo durar mucho el último después de decir estas palabras.

¿Tu... Hmmn.. Mu-sa?

Dejé salir de mi boca, antes de ser invadida por aquel placer que el era capaz de proporcionarme con aquella mano, mis ojos se cerraron, a mi cuerpo le encantaba ser invadido por aquella sensación, le encantaba estar bajo el control se aquel imponente relámpago.

Estoy segura... Que puedo... Hmnn, ser incluso m-más atre--vida... Que tú.

Le respondí entre aquellas pausas que nuestras bocas esporádicamente tenían, sin dejar que mi mano aflojara su tarea, sino que la reafirmara.
Su mano volvió a colocarse tras su cabeza.

Te amo...

Volví aquel beso mas intenso aún, luego de pronunciar esas palabras.

El peso le impidió responder de inmediato a esa frase tan dulce que salió de sus labios, correspondió a su intensidad abrazando su cintura con uno de sus brazos, la otra mano continuaba empeñosa en brindarle sensaciones placenteras y sin más reparo aumentó su marcha al girar junto a ella tumbándola en su lugar.

Sus labios no se separaban en ningún momento y parecía que en cualquier momento ambos se quedarían sin aire, tenía la posición a su favor e intensificó el trabajo de su mano y más que eso, apoyó mucho mas su cuerpo sobre el de ella, aprisionándola.

Tu... turno ya... pasó...

Le dijo separándose de sus labios aprovechando en recuperar el aire y sin perder un solo instante su boca atacó el cuello de su compañera, bajando con cierta impaciencia por el centro de su cuerpo, las chispas que generaba como estática la recorrían junto con aquellas manos que la acariciaban, deslizó apenas la punta de su lengua en el recorrido de bajada por su cuerpo, en poco tiempo ya estaba sobre su abdomen.

Esas manos hábiles hacían que mi cuerpo reaccionara sin mi orden, que no fuera capaz de controlar aquellos espasmos del mismo, era como si el de esta manera me transformara en su marioneta, y me manejara a su antojo, era una sensación que no me disgustaba en absoluto, al contrario, toda cosa que el relámpago hiciera, era algo exquisito para mi, para mi cuerpo.
Mi espalda estaba acostumbrada a arquearse debido a aquellas caricias, ya no era algo nuevo, pero la intensidad era siempre igual que la primera vez, y aumentaba como aquel muchacho quería en mi. Nuestras bocas se habían separado, hace muy poco tiempo, pero yo ya tenía que remojar aquellos labios resecos por mis constantes y fuertes gemidos y aquella respiración jadeante, los dejaba de un momento a otro completamente secos, mi cabeza daba vueltas, no podía contenerme más.

Mi... tur---no, aún... n-n-no pasa. Hmmmhn!

Sentía su delicada lengua recorrer mi cuerpo, era tan fina, lo hacía con tan delicadeza que mi piel se erizaba como nunca, la combinación de aquellas manos, de su séptima, de su lengua, de él... Eran una combinación perfecta.

S-S-Sal... de... a-a-a-hí...

Me niego...

Le respondió sin detener su marcha, sus manos continuabas recorriendo su cuerpo, repartiendo esa estática que la invadía de un placer único, ya nada podía frenarlo y ella se dio cuenta cuando la lengua del relámpago llegó a su rincón mas oculto e intimo, a partir de aquí era ahora su boca quien se empeñaba en mandar a su compañera hasta la luna.

(¿Se siente bien querida? Tu solo disfruta...)

Pensaba dirigiendo una mirada extasiada hacia ella mientras realizaba su labor.

¡Deten-----! ¡AAMHM...!

El fue osado al igual que yo, pero no pude dimensionar lo que eso significaba, era aun mas intenso que sus manos, era un cosquilleo peor que el conjunto de todo lo anterior, era demasiado intenso, no podía mantenerme de esta manera, mi pecho se levantó instantáneamente, mientras mis manos se aferraban fuertemente a la cama, e intentaba conseguir fuerzas de algún lado, pero era complicado, no podía mantenerme así

¡Ha-hatsu! hmnm... no-no... pares...

Salió disparado de mi boca, no comprendí muy bien si era algo que había pensado o bien eran meros impulsos de mi cuerpo, tomé con fuerza la cabeza de mi compañero, no sabía dónde más posar mis manos, no sabía como detenerlo, no sabía como controlarme, no sabía como mantenerme cuerda.

¡Hat--- hmmhm... su!

Las manos en su cabeza poco más le invitaban ha aplicar más presión en su labor, posó sus manos sobre sus muslos para mantener la boca en su lugar, como si disfrutara de un dulce caramelo mientras escucha una música angelical.

Mmhh.. jmjm...

Murmuró una ligera risa, a la vez que pensaba en ser más osado, soltó uno de sus muslos para comenzar a competir con su mano tal cual su compañera lo intentó hace unos momentos, el recorrido de su lengua en lugar de ser errático seguía un patrón establecido, ya sea vertical o circular, lo disfrutaba más de lo que imaginaba.

(mi ángel de música...)

N-n-no pue---do...

El rubor de mi cara era intenso, no podía controlarlo, el calor ya pasó a ser sofocante, nas pulsaciones de mi cuerpo eran erráticas, no podía controlarme de ninguna manera, de seguir así, no podré más...

Ve--n... Ven.. Hat--su...

Suspire sin más, dejando salir aquello de mis labios.

Su voz de ángel clamaba por su nombre y no pensaba dejarla desatendida, por lo que fue trepando por su cuerpo mientras deslizaba su lengua al ir de regreso hasta ella.

Aqui... me... me tienes... ¿desea... algo?

Le preguntó en un tono jugueton, su cuerpo se encontraba cubriendo el de su compañera con una peligrosa cercanía, tan peligrosa que ambas zonas intimas se encontraban en contacto, presionando la una a la otra.

Soy... t-todo oidos...

Mi respiración jadeante, mis ojos entrecerrados, el rubor de mis mejillas y el sudor del mismo ya no me hacían querer esperarlo más. Quería compenetrarse de todas las formas posibles que existieran, quería que aquel relámpago le demostrara un mundo de posibilidades sólo con el contacto de su piel.

Ya no... Puedo soportarlo... Más...

Junto sus labios con aquel chico, con aquella pasión que ya estaban teniendo desde hace momentos atrás. Con todo el peso y fuerza de su cuerpo lo volteó, separando sus cuerpos, separándose ella, sin dejar de mirarlo, por alguna razón se quedó así unos segundos, hasta que decidió colocarse sobre su cadera.

Hat--su...

Entrelazó sus manos otra vez, pero dejo de mirarlo, apartando su vista, para que este no fuera capaz de ver sus reacciones naturales ante aquello.
Se acomodó lento, jadeando por momentos más fuerte, presionando sus manos en señal de algo de dolor, intentando ahogar un agudo gemido de su ser, hasta que término de sentarse sobre éste.

La respiración jadeante se puso más densa, su cuerpo se estremecía por momentos, pero seguía sin mirarlo, ¿Estaba avergonzada? Eso parecía. En ningún momento dejo de presionar fuerte las manos de su compañero.

Una especie de deliciosa descarga invadió su cuerpo en el instante que ambos unieron sus seres, una sensación más allá que cuando su cantar potencia su séptima, exhaló con clara satisfacción a la vez que reafirmaba sus manos unidas.

Za... lia...

Soltó una de sus manos para posarla en su mejilla, acariciandola con el pulgar haciendo que sus ojos se encontrasen una vez más, una mirada diferente tenia en sus ojos, pronfunda, amorosa. Volvió a entrelazar sus manos al tener su atención, se estremeció una vez más sintiendo las reacciones corporales de su compañera, fue cosa de instantes para que meciera suavemente su cuerpo, un rayo iluminó la noche, había comenzado a llover.

Podía verlo, estaba diferente, ¿Yo también me vería de esa manera?. Al volver a hacer contacto visual, mis temores desaparecieron, el rubor de mis mejillas seguía ahí, mis ojos entrecerrados, mirándolo... Escuchar mi nombre saliendo de sus labios me hacían reafirmar que todo lo que estaba ocurriendo era real, que esto no era un sueño, o producto de mi imaginación.

Ah... Ah~

Salía levemente de mi boca al sentir aquel movimiento suave de su cuerpo, esto era más de lo que esperé, mis manos lo presionaban con fuerza, a pesar de la delicadeza, me invadía un tenue dolor, nada que no se pudiera soportar, es más, pareciera que era el dolor junto al placer que hacían la grata sensación.

¿Es---tás... hmmhn... lloran...do?

Le pregunté, al sentir como fuera comenzaba a llover. Mis caderas también hicieron un suave movimiento para intentar ayudarlo.

Nada... ahh... de eso... reconozco esos rayos... es una tormenta...

Se estremeció un instante en el momento que la cadera de su compañera se desplazó en su contra haciendole sujetar fuerte sus manos como un arco reflejo, le habrá pillado de sorpresa, después de todo cada sensación era completamente nueva para el, mentiria si dijera no sentirse algo nervioso, pero deseaba mantenerse firme ante su compañera, demostrarle seguridad.

A menos... mmhm.. que quieras... hacerme llorar...

El movimiento no cesaba y parecia ir en aumento, sus miradas no se despegaban la una de la otra, era una danza perfecta

No sé, si... eso... hmmmn, se-sería cruel...

Pérdida en su mirada, en el canto de la lluvia, en sus suspiros... Hacía que todo de mi, sintiera algo nuevo, podía notar como cada movimiento invitaba a que el siguiente fuera más rápido e intenso, solté mis manos de las suyas, y me incorporé hasta estar sentada sobre él, lo cual hizo que volviera a arquearse mi espalda y lanzara un fuerte gemido de mi.
Aquella sensación se intensificó en aquella postura.

-Hat---su...-

Suspiré jadeante, mientras colocaba mis manos en su pecho, para poder afirmarme de él mismo, y mover mis caderas de una forma más profunda.

Exhaló sonoramente una bocanada de ire ante la acción de su compañera, su postura le permitia apreciar de mucha mejor manera lo hermoso de su ser: su expresion de gozo, las leves gotas de sudor recorriendo su pecho y abdomen, incluso el vaivén de su cabello al compás de sus movimientos.

C-Cielos... Za--lia!

No pudo contener esta vez el llamado de su nombre, en un tono claramente más alto, se estremeció y apoyo las manos sobre su cintura, recorriendola con suavidad, movido por el impulso de sus sentimientos y sensaciones acompaño el paso de su compañera, moviendose en contraria profundidad.

¡Ah!~

Al sentir como nosotros nos comprimimos el uno al otro, no pude contener aquel alarido de satisfacción pero también de dolor, la postura en la que estaba hacía que aquel dolor aumentara, mi ser se encontraba sensible, tal vez demasiado.
Sentí como mi cuerpo se estremeció completamente al escuchar como aquel relámpago gritaba mi nombre. Instantaneamente mi cuerpo se comprimió mas fuerte que la última vez, haciendo que mis manos se colocaran salvajemente a los costados de la cara de su compañero, comenzaba a cansarme mas rápido de lo que pensé, mis piernas tiritiban cada cierto tiempo.

M-me encan...ta que... Hmmn... Digas.. M-mi nom-bre...

Le dije con mi voz jadeante, mirándolo a los ojos intentando ocultar mi cansancio, pero a pesar de todo, sin dejar de mecerme.

Se paralizó un momento con medio alarido en la garganta, la última compresión fue única y capaz de poner su mente en blanco unos breves segundos, las suaves manos de su compañera le hicieron volver en sí, sus ojos azules parecían decirle algo, no quería dejarle todo el trabajo a ella. Sin dejar de mirarle a los ojos, volvió a tomarla tumbándola despacio en la cómoda superficie que el ocupaba y sin romper la unión de ambos.

Hehe... Zalia... Z-Zalia...

Con una sonrisa, repetía su nombre para darle en el gusto, y no solo eso, ella era lo único que tenía en su mente en ese preciso momento, compartiendo una mirada más sus labios se unieron nuevamente mientras los brazos del relámpago rodeaban y acobijaban a su compañera. Era turno de ella para descansar, el era ahora quien se ocupaba de todo el movimiento.

¡Esp---Hmmmn!

El movimiento de cambio que tuvimos, hizo que aquella reacción fueran tan intensa, estaba sin aliento ya, estaba aguantando lo más que podía, por que de algún modo... No quería que nos detuviéramos...

.No lo... Di-digas más, sino... Sino..

Volviendo a sentir sus labios contra los míos, aquellos brazos que parecían acobijarme de una manera tan... Tierna, tan amada. El cuerpo de aquel ser amado... Pasé una de mis manos sobre la cicatriz de aquel relámpago, al mismo tiempo que abracé su cadera con mia piernas. No dejaría que me quitara todo mi protagonismo.

La cercanía era total, no había espacio alguno entremedio de ambos y cuando lo había era para nuevamente volver a hacerlo desaparecer, el beso duraba segundos extensos, siempre dejándolos sin aliento, obligandolos a recuperar el oxigeno y no caer en un desmayo, el cual en esta situación parecía más probable que nunca.

Sino... sino que... ahh... ¿Za--lia?

Lo hacía por gusto, esta vez repitió su nombre a centímetros de su oreja, en esos momentos para recuperar el aliento, otro rayo cayó en la ciudad, el no iba a detenerse muy pronto, el prácticamente era energía pura e iba a agotarla toda, entregándole completamente lo que su compañera deseara.

¡Hhmn!

Mordí mi labio inferior, ¡Lo hacía por gusto!, no podía controlarme, escuchar mi nombre, tan jadeante, tan sensual, de sus labios, con aquella voz... 
Empujé más fuerte mi cadera en contra suya, mi pecho volvió a levantarse de forma violenta, empujando a aquel relámpago también a subir conmigo al éxtasis, antes de contestarle aquella pregunta.


Si conti---nuas creo... hmmn... que v-voy a... voy a....

No podía decirlo, le daba vergüenza. Pensaba que al momento de decirle, este rompiera en carcajadas, pero era real, era lo que sentía, no podía ocultarlo más,pareciera también que al no obtener aquella respuesta, el continuaría con aquella sensual tortura hacia mi...

-... Irme... -

Le susurré lo más bajo que pude, antes de volver a presionar mi cadera, intentando que este no escuchara, o bien no pudiera reaccionar a dichas palabras.

¡Ummh..!

Exclamó ante sus intensos empujes, su cuerpo reaccionaba por naturaleza correspondiendo el movimiento con uno de igual o mayor intensidad en su contra, su respiración agitada le hacía casi imposible cerrar su boca. Su compañera al arquearse le proporcionaba cierto margen de veloz movimiento, donde sus áreas más sensibles se estimulaban al compás de la danza.

¿V-vas...?

Se preguntó. al escucharla hablar, luego aquel susurro, el cual al estar bajo la influencia del jadeo constante, lo hizo sonar lo suficientemente agudo para llegar a su oído, sin embargo ella fue acertada, sus movimientos posteriores no le dejaban reaccionar o siquiera contestar, pero también lo sentía, algo de gran sensación se acercaba. Era el momento culmine la unión.

¡Z--Za..!

Él estaba ahí, contestando cada una de mis embestidas, de la misma manera, con la misma intensidad, hacía que ambos tomáramos un ritmo más y más acelerado, mi sudor cubría mi cuerpo, y mi límite estaba cerca.
Era imposible resistirse a aquella sensual voz, imposibilitada por el movimiento y sensaciones naturales de nuestros cuerpos siendo amados el uno al otro.

¡Hat-su...! ¡Hmmn!

El sólo hecho de pronunciar si quiera una parte de mi nombre, ya me era suficiente. Mi cuerpo ya no reaccionaba a mis órdenes, se movía a su completa voluntad, el éxtasis y el gozo de mi cuerpo no dejaban de incrementar, era casi insostenible, ¡Ya no podía más!
Una de mis manos se colocó firmemente, en la cabeza de su chico, la otra, presionó su espalda con sus delicadas uñas, juntó sus cuerpos lo más que le permitió su fuerza y su cuerpo se arqueó de la manera más violenta de toda la noche.

¡¡Aahmmm!!~~

Estaba en el punto máximo de su ser.