Polos Opuestos - La Musa y El Relámpago

¡Jaja! Supongo que estaríamos juntos haciendo el ejercicio suficiente para evitar que algo así ocurra

Sonrió para luego llevarse otro bocado a la boca, masticó unos momentos y tragó disfrutando el sabor para luego contestar al segundo comentario que hizo Zalia.

Pues... si, supongo que eso es otra cosa en la que me parezco a mi padre, aunque mamá también es de ese tipo de personas... ¡además! me siento satisfecho si logro hacer el bien para otros, es por eso que me uní a "Quantum" trabajando para ellos.

-Otra propuesta indecorosa..-

Volví a reír por lo bajo, sin dejar de comer;  Mientras escuchaba atenta el comentario de Hatsu, sus palabras sonaban llenas de emoción y de orgullo, me daban ganas de poder compartir ese sentimiento también como él.

¿Quantum tiene algún significado especial?

Dije, sin dejar de comer.

Dices... ¿la organizacion? bueno... yo iba a ser uno de sus experimentos el dia que fui capturado, el lider de Quantum; Abyss, me sacó de ese infierno... con su ayuda y entrenamiento me converti en lo que soy ahora

Hatsu miraba la palma de su mano mientras unos pocos rayos de energia azules la recorrian, cerrando su puño.

Debiamos mantener la paz que Axxes nos arrebató a todos...

...

Zalia dejó de comer al escuchar las últimas palabras de Hatsu. Él tenía toda la razón, Axxes le arrebató la paz a todo el mundo, no, nosotros le arrebatamos la paz a todos, y eso, eso era despreciable, ahora, pensando las cosas con mayor claridad que antes. 
En su mano, comenzó a dar vuelta el tenedor, y sin dejar de mirarlo le respondió.

Esa paz que le quitamos a todos. Todos nosotros.

Si... nosotros

Hatsu termino su postre en silencio y tomando la fuente se dirigio hacia el lavaplatos para apilar las cosas, comenzando a lavarlos.

(Sea como sea... no dejare que la paz sea rota mientras sea posible)

No puedo quitarme de la cabeza el por qué ayudaba a Axxes, sigo sin comprender el por qué puse en peligro a tanta a gente, sigo sin entender, el pro qué no fui capaz de pensar en la felicidad de los demás, y sólo pensar en lo que me convenía para sobrevivir, sin pensar de que acarrearía vidas de gente totalmente inocente.
Sin moverse o hacer algún gesto, continuó mirando el tenedor, divagando en sus pensamientos.
Siento que soy un monstruo.

...

Pasaron unos minutos hasta que los platos quedaron limpios, y lo que quedó del postre dentro del refrigerador. Hatsu se encontraba ya en el sofá con un rostro algo serio y sus ojos cerrados, meditaba al respecto de lo que Denyu dijo.

(Desde que me uní a Quantum... solo he tratado de hacer lo mejor posible para detener la tiranía de Axxes... ¿pero a que costo? se perdieron muchas vidas inocentes... e incluso hubo muertes innecesarias... además de lo que dijo Near...)

+recordando+

Ngh... ¡¿eso es todo lo que tienes?! ¡eres un blando Hatsu!

¡Near! ¡No hay razón para esta pelea, si nuestro objetivo es Axxes no tenemos porqué hacer esto!

No entiendes... por TU culpa Y la de Axxes lo perdí todo... a mi familia, a la persona que más amé... ¡a todos ellos! ¡Todo por culpa de su estúpida Septima!

Near se desplaza agilmente dándole un puñetazo a Hatsu en el estómago, lanzandolo luego a tierra con una patada en la nuca.

Tal vez yo no tenga Septima... o poder alguno... pero tengo la tecnología para matar a todos y cada uno de ustedes, ¡malditos monstruos!

+volviendo a la realidad+

¡Ngh...!

Llevándose una mano a la frente, presiona los dientes y su mano libre, empulandola

Me quedé pegada con el tenedor, imágenes de múltiples de enfrentamientos vinieron a mi cabeza, ¿Por qué no fui capaz de notarlo en aquellos momentos? La avaricia de Magnus.... De Axxes, o la mía propia.... Ahora, ¿Que he de hacer para enmendar todo el daño producido? Aún así como es que Hatsu pudo perdonarme por todo lo he hecho, o bien...  ¿Y si nunca me ha perdonado?....

Miré de reojo a Hatsu, ver sus reacciones actuales me daban a entender que algo le estaba incomodando, quizás su pasado, Quantum... He hecho que se sintiera incómodo, o nostálgico tal vez, no podía preguntarle nada, de por sí, ya siento que lo he provocado hablando ya es demasiado como para continuar con el agobiante tema. 

Me levanté de la mesa, y me fui en dirección al sofá, me senté a un lado de él, mirando sólo al frente, sin la necesidad de verlo, podía saber lo inquieto que estaba, por lo que mirarlo, considero que es algo completamente innecesario.

-Lo siento.-

Esta... Esta bien Zalia, solo... tuve un recuerdo... es cierto que le hemos causado mucho dolor a otros... pero eso no volverá a ocurrir, de ahora en más... haré todo lo posible para usar mis poderes de tal manera que nadie más salga herido o pierda su vida.

Hatsu se acomodó en el sofá, mirando luego a su compañera.

¿Ahora que quieres hacer? ¿Tomar una siesta o algo así?

Hum...

Usar sus poderes para evitar más catástrofes, ¿Es posible? Siento que ya hemos tenido suficiente de esto, todos, tanto él, como yo, como muchos otros, siento que no hay manera de detener todo esto, que no hay forma de que todo esto pueda cambiar o detenerse de un momento a otro, siento que en cualquier momento vendrán por nosotros y todo nuestro estado de paz caerá y la violencia será protagonista de todo de nuevo, y volveremos a llenarnos de recuerdos crudos de batalla tras batalla. Tsk, es inevitable detener los pensamientos dentro de mi cabeza ahora.


No lo sé, sinceramente todo el sueño que tenía ya no está.

Y mi actitud de alegría también parecía ya no estar conmigo, creo que el recuerdo de Axxes en sí, seguía dominandome más de lo que yo creí.

Lo comprendo...

Levantándose del sofá caminó hasta la ventana, apoyando una mano sobre el cristal para ver la ciudad, en su rostro se reflejaba preocupación, pero luego de un suspiró una sonrisa se asomó.

Ya lo he decidido, yo seguiré mi deseo sin importar que o quienes se interpongan, voy a ser un héroe de justicia como mi padre. Y juntos... ¡vamos a lograr lo imposible!

Volteando al mirada, los ojos encendidos de Hatsu se posaron sobre los de Zalia, manteniendo la sonrisa en su rostro.

Si había algo que me encantaba de Hatsu, eran sus ganas de seguir adelante sin importar nada, eso era simplemente increíble de él, siempre con esa sonrisa y con sus palabras de esperanzas, me hacían querer volver a lo mismo también, me cambiaban el animo de inmediato, y con eso ya es mucho, según pienso yo.

Sonreí de nuevo, para verlo con la suya en su rostro, esta sólo me alentaba a dejar de pensar en Axxes, el pasado, y simplemente pensar en un futuro, uno mucho mejor.


¡Tienes toda la razón! 

Dejé salir con gran ímpetu de mi, estaba realmente animada de nuevo, su optimismo, sus ganas de mejorar, sus ganas de continuar adelante a pesar de todas las cosas, me animaban completamente, y pareciera que lo que había pasado minutos antes, simplemente fue borrado sin aviso.

Vamos a pasear, aun es temprano y podemos hacer otra cosa, ademas... con tantas papas, hay que bajar las calorías jejeje

Hatsu se acercó hasta Zalia para tomar su mano, decidido a salir con ella, pero al momento de tomar su mano, se quedo viéndola un momento, maravillado como de costumbre por su belleza

Asi te ves mas hermosa... ¿sabías? sonriendo de esa forma

¿Calorías? Pero si lo que comimos es una buena dieta, tan sólo mírame.

me reí por lo bajo ante mi comentario, bastante estúpido, pero, debía de defender el honor de mis papitas, debía hacerlo a toda costa (?).
Luego mis ojos se clavaron en Hatsu nuevamente, mientras lo escuchaba atenta, me sonrojé un poco, y continuaba sonriendo, estaba desbordando felicidad en este momento.


Me encantas Hatsu

Le dije en seco, sin dejar de mirarlo, creo que hasta yo mismo me notaba algo tarada, pero lo que dije fue verdad, al fin y al cabo, ya no quería callarme todo lo que me dieran ganas de decirle.

Hatsu se sonrojó al escuchar las últimas palabras de Zalia, frotando su nuca con la otra mano, sonriendo, trataba de pensar en algo que decir sin éxito, pero luego se acercó mas a ella abrazándola por la cintura con el mismo brazo, apegandola a su pecho.

No voy a negarlo... tu también me encantas Zalia

Acercando lentamente su rostro al de ella, mirándola a los ojos mientras sentía su propio corazón acelerarse.

Y otra vez... Volvía a a estar en aquella posición que tanto me gustaba con Hatsu, tenerlo cerca, junto a mi, mirándome, sintiendo su respiración junto a la mía, su corazón acelerado, esa como mi... espacio de mayor confort, eran en estos momentos que sentía que todo realmente valía la pena, que no necesitaba nada más que él.

Mi brazos rodearon su cuello, como siempre lo hacen, y lo apegaron lo más que pudieron a mi, presionándolo contra mi cuerpo, no dejando que ninguna parte de su cuerpo se librara del mio.
Mi nariz rozó la suya, su respiración era cálida, y agradable, y sus labios, simplemente perfectos.

Dejé escapar una leve risa de mis labios y sin más lo besé.

Hatsu correspondió el beso cerrando sus ojos, al igual que ella, reforzó la cercanía abrazando su cintura con la misma fuerza que ella abrazaba su cuello, ya se sentía en plena confianza de dirigirse hacia Zalia como mas que su compañera, sino como su pareja.

Sentir su cuerpo de esa forma, disfrutando tanto su calidez como la suavidad de sus labios hacia correr su corazón una maratón, aun más que correr a toda velocidad, sin darse cuenta ya la tenia apoyada contra la pared cercana a la puerta de la habitación, eran ahora sus dedos que se aventuraban a recorrer la espalda de su amada.

puedo notar como podría hacer lo mismo una y otra vez y que no dejara de gustarme como la primera vez y jamás aburrirme de esta. 
Notaba cada detalle de las reacciones de su cuerpo, su corazón, su respiración, su tacto... Y hasta su piel podía sentir los cambios que comenzaba a tener, comenzar a erizarse poco a poco.

Notó todos y cada uno de los actos de Hatsu, no le molestaban en lo más mínimo, al contrario, pareciera que todo lo que Hatsu realizara en mi, fueran totalmente agradable y aceptados, me hacían sentir bien.
Sin dejar de besarle, pude hablarle entre un beso y otro.


Y nosotros... ¿No sal---dríamos a... Pasear?

Le dije en ese tono juguetón con el que me gustaba referirme muchas veces a el.

S-- si... solo.. solo unos mom-- momentos más

Respondió Hatsu entre los besos, entrando a la habitación junto a ella, acorralándola entre su cuerpo y la puerta del guardarropa, de un movimiento rápido, sacó un abrigo que recientemente le había comprado a Zalia, era muy abrigado, para situaciones donde fuera requerido.

Jmjm, ya podemos... mm... salir a pasear

Me encantaban esas acciones, que de un momento a otro Hatsu tenía conmigo, me encantaba que fuera así de impredecible conmigo. Sentía que entre ambos había un juego, tenía cierta intriga, hacía que yo misma incitara todas estas situaciones para volverlas a vivir una vez más. Para volver a sentirme prácticamente uno junto a él.

Noté que sacó aquel abrigo que me regaló, ese abrigo que podía hacer que el polo norte fuera el desierto mas caliente.


No creo... Que.. Necesi--te el.. Abrigo contigo... Así.. 

Volví a responder ente los besos que ambos aún manteníamos, e hice que una de mis manos se enredara entre los cabellos de él, era como si quisiera sentirlo aún más cerca de mi.

Eso... lo-- vamos a... ver...

Al sentir los dedos de Zalia recorrer su cabello una sensación muy cálida invadía su cuerpo, dejándose llevar por ese momento, su mano se deslizo por sus largos cabellos mientras que su mano restante acariciaba su espalda baja, apegandola lo mayor posible a su cuerpo.

(No es solo tu voz... la que parece un canto de angeles... besarte es como probar un trozo del cielo)

Los labios de ambos se separan poco a poco, volviéndose un beso más apasionado, como el de dos amantes que no se han besado en mucho tiempo, gozando hasta el más mínimo segundo.

¿Podría perder la cabeza por lo que estaba viviendo con Hatsu en este momento? Si, creo que si podría. Cada beso, cada caricia que había entre los dos, era algo, emocionante, era algo que sin duda, se hacía cada vez más y más intenso. Siempre pensé que cuando la gente comentaba estas cosas, era simples inventos, simples exageraciones, pero no, no lo eran, realmente algo tan profundo algo tan.. Tan... Intenso si era posible de suceder.

Mis manos se enredaba más y más en los cabellos del chico, era como si buscara algo, como si tratara de hacer algo. Mi otra mano se posó en su espalda, bajo su ropa, deslizándose por su desnuda espada por un momento, movía mi mano frenéticamente, también buscando algo en ella, pero, al momento de rendirme, pasé suavemente mis uñas por su espalda, sin causarle dolor ni daño y mis labios en medio de esos besos, daban ligeros mordiscos a su labio inferior.

Maravillado con las hábiles y osadas manos de su compañera se estremeció un poco al sentir las uñas por su espalda, las cuales le producían una sensación de cosquilleó, luego sus labios sujetaban los propios con indescriptible pasión. Deslizando las manos por sus costados decidió aventurarse a acariciar bajo sus prendas, las cuales a pesar de estar más apegadas a su cuerpo, consiguió pasar por debajo de ellas.

Suspirando del placer que sentía en ese momento, imitó sus mordidas al labio inferior, de una forma más provocadora, no deseaba detenerse en lo absoluto, estaba totalmente entregado a ese momento juntos.

Mientras yo más me arriesgaba con osadas acciones, Hatsu me las devolvía por dos. Podía sentir como sus manos se posaban en mi cuerpo y eso hacía que de mi saliera un sonido de satisfacción. Quizás era esto lo que yo misma buscaba, quizás era esto lo que los dos estábamos buscando hace mucho tiempo.

¿Qué paseo importaba ahora? Sin duda yo no cambiaría esto por un paseo por la ciudad. No, no podría.

Hatsu por su parte quería provocarme más y más con aquellos besos que dejaba salir de su boca, sentía como poco a poco yo misma comenzaba a perder la cabeza. Mis manos por su espalda comenzaron a moverse frenéticamente, como si intentaran buscar algo pero sin resultado alguno, sin notarlo, mis uñas se hundieron un poco más en su piel y mis labios, poco a poco comenzaron a bajar hasta llegar a su cuello, y seguir besándolo allí.

La pasión comenzaba a apoderarse por completo de sus acciones y pensamientos, sus oídos se deleitaban con el dulce sonido que salía de la boca de su compañera, disfrutando el momento. Su cuerpo volvió a estremecerse con el tacto de las uñas hundiéndose en su piel, luego los labios que se posaban en su cuello, ya no sabía quién era el que provocaba a quién, no era una competencia, era una mutua entrega.

Ya caía el atardecer, cortar este momento con una simple salida no haría justicia alguna.

El intentaría lo mismo, no se quería atrás en la entrega de placer, deslizando una de sus manos recorría la cintura de Zalia rozándola apenas con la punta de sus dedos, bajando hacia su cadera mientras la apegaba más contra la puerta de madera del guarda ropa.

-Cu---Cuidado-

Dije por lo bajo, mientras mi cuerpo se estremecía por completo. ¿Cómo no hacerlo, si la yema de sus dedos rozaba mi delicada cintura? Todo el momento, era completamente calido, apasionado, como los últimos rayos de sol que entraban por la ventana, la noche ya pronto caería, pero parecía que no nos importaba en absoluto, quizás el tiempo para nosotros se detuvo en nuestro primer beso. Sólo somos notros, nuestros besos, nuestros cuerpos.

Hice que mis colmillos salieran más afuera, y en cada beso, les intentaba hundir un poco. Ya mis manos no intentaban encontrar algo en su espalda, ahora estas intentaban despojarlo de sus ropas superiores.

Una sonrisa se dibujo en sus labios.

Al sentir sus manos deslizarse por su espalda hacer algo diferente a acariciar no lo captó claramente, luego comenzaba a ser despojado de su chaqueta azul, la cual cayó al suelo, su cuello comenzaba a ser apretado por los colmillos de su compañera

H-- Hey... no sabía que tenías... mm.. complejos vampiricos.

Sonriendo, desabrochó la prenda superior de Zalia desde la espalda, quedando floja de su cuerpo. Aprovechó para tomar su oreja con los labios, haciendo un sonido de gusto.

En este momento, declaro que he abandonando el mundo.

Hatsu hizo algo que me hizo perder la cabeza, sentí un placer indescriptible, esa pasión y esa satisfacción, era algo que considerable insuperable. ¿Hasta dónde llegaremos con Hatsu? Por un momento mi mente se hizo esta pregunta, pero no me importó al segundo después de pensar aquello, sentía prácticamente, que Hatsu y yo, eramos solo uno en este momento.

Dejé su cuello por un momento, apegué mi mejilla con la suya, y lentamente le dije.

Podríamos.... Te-Tener... Otros... Complejos...

Sentía mi ropa floja en mi, se sentía bien... Y dejé que mi boca volviera a su cuello, a besar más apasionado, mientras dejaba escapar

Me en--cantas... Sin chaqueta...

Ah... d-de.. ¿verdad...? aun... tengo mi playera...

Suspirando del gusto ante sus besos, ya no le importaba nada más que el momento que vivian en ese momento. deslizando las manos por sus costados dejó caer las prendas sueltas de Zalia, a la vez que acariciaba sus brazos para deslizar las largas mangas que cubrían sus brazos.

Apoyando sus manos sobre su suave piel, la acariciaba con lentitud y afecto, como si fuera lo más delicado del mundo, la observó un momento, como su ropa interior y falda eran lo único que cubrían su cuerpo.

Que... que hermosa eres...

El también deseaba sentirlo, tal como ella, comenzó a besar su cuello con pasión apegando su pecho al de ella.

Volví a sonreír, sus palabras y sus actos eran los que consideraba actos de cariño y... Amor sincero.
Es increíble pensar como es que ambos terminamos así, juntos, el uno con el otro, entregándonos mutuamente, cuando en un principio, sólo debíamos eliminarnos mutuamente... Y acabar así, es impensable tal vez.

Solté la coleta de mi cabello para que mis dorados cabellos tocaran también mi cuerpo. Dejé escapar varios suspiros de mi boca al sentir ahora sus labios en mi cuello, se sentía cálido. 

Pero tu... Pla-playera que...da apegada a tu cuerpo.

Lo apegó aún más a ella.

Y eso... Me encan-ta... Aún... Más

Hatsu no podía evitar sonrojarse con sus palabras ni con su forma de apegarlo a su cuerpo tan femenino. Acarició su cabello largo y dorado, besando con más intensidad su cuello, mordiendolo juguetón

Y a mi... me encanta... sentir tu piel... tan cálida y suave

Sus manos se deslizaban entre los cabellos acariciando la piel descubierta de su espalda, pasando por sobre el gancho del brassiere hasta llegar a su espalda baja, acariciando dicha zona con más provocación.

Las manos de Hatsu, al encontrarse en aquella zona, me hacían estremecer como nunca, me encantaba, era tan provocativo que siento que perderé la compostura de un momento a otro.

Yo también... Quiero... 

Mis manos se pusieron en su playera, era complicado para mi, no podía dejar de suspirar pos las acciones del mismo, estaba a un paso del placer máximo. Le quité su playera con dificultad y cuando ya la tuve fuera de su cuerpo... Lo volví a apegar a mi, que su pecho tocara el mio y su estómago desnudo abrigara al mio. El calor de su cuerpo se compenetraba con el mio. 

Mis manos también se posaron en su espalda baja, mientras que mis suspiros se estaban intensificando más y más.

Ya resuelto en el rumbo de la situación, deslizaba con más firmeza las manos por su espalda, dejando de lado toda vergüenza, desabrochó el gancho de su brassiere dejándolo suelto el cual estaba imposibilitado de caer debido al estar pegados cuerpo contra cuerpo.

Zalia... te amo...

Suspirando nuevamente por el gusto, dirigió sus labios por su cuello, bajando lentamente hacia su hombro, pretendiendo bajar aún más por su cuerpo, ya no le importaba nada más que ese momento entre ambos, entregados totalmente el uno al otro.

En mis labios volvió a dibujarse una gran sonrisa, ya no podía pensar en nada más, ni esperaba nada más, simplemente sabía que era el momento de dejarme llevar con completo.

Cuando voy sintiendo sus labios bajando por mi hombro, mi cuerpo tuvo un movimiento involuntario, contrayendome hacía mi, haciendo que mi sujetador se despegara de mi cuerpo y bajara por mi brazos. Rápidamente volví a apegarme a él, y coloqué una mano en su cabello, mientras lo tiraba un poco debido al placer. Mi boca no dejaba de suspirar y mi mano libre se acomodó a un borde de su pantalón.

Esto... Esto... Es incre-íble...

s-si... si lo es... jamás... había sentido una sensación así... tu.. tu piel es muy suave..

Desliza con gentileza una de sus manos por su espalda, mientras que otra baja por su costado con lentitud, deteniéndose en su cadera, la cual comenzó a acariciar en círculos solo con los dedos. Sus labios recorrieron su hombro encaminándose por su cuello, besándolo lentamente y con pasión a la vez.

Zalia...

Aquella mano en su cadera se apoyaba más y más acariciando placenteramente en círculos, su pulgar ocasionalmente jugaba con el tirante de la ropa interior de su compañera, era la única prenda que cubría su cuerpo.

Mi mente en este momento bombardeaba un montón de de imágenes e ideas que al mismo tiempo me eran imposibles de procesar. Pero, ¿quién podría procesarlas encontrándose así. En el punto máximo del éxtasis, apenas pudiendo controlar el cuerpo...

Podía sentir como su mano tocaba suavemente mi cintura hacia mi cadera, haciendo que involuntaroamente mi espalda de asqueara dejando escapar de mi boca un largo y agudo suspiro. No podía soportarlo más, el calor de nuestros cuerpos juntos ya eran mas cálidos que los últimos rayos del sol que terminaban de entrar por la ventana.
Con rapidez posé mis manos en si cadera tomando con mis delgados dedos na pretina de su pantalón. Rodeando su cadera y cada rincón se esa pretina como si intentara deshacerla con mano.

No pu-puedi sopor...tarlo ma---más. Quiero sentirte junto... Junto a mi

Las palabras eran más difíciles de articular conforme seguía siendo impulsada a este amor desenfrenado. Las ropas solo estaban estorbando el completo tacto de nuestros cuerpos. Algo extraño sentía en mi. Sentía sñho indescriptible. ¿Es el sentimiento del verdadero amor? Increíblemente mi mano empujaba la pretina del muchacho y una de mis manos tiraba suavemente de su cabello, no me era posible dejar de suspirar.

-T-Te de...seo..-

-Za... Zalia...-

Dejaba que las manos de su compañera deslizaran la pretina de su pantalón y con ello el pantalón mismo, la miró a los ojos con una mirada invadida de éxtasis, la respiración agitada, los latidos de su corazón desenfrenados. El tacto de la piel de su cómodo y suave pecho contra el propio poco más le hacía perder el control.

-S-Sentirme... junto a ti... no puedo esperar más... tampoco-

En igualdad de condiciones, una sola prenda restante, ¿quien se atrevería? ¿la tentación era ya demasiada para soportar? Las manos de Hatsu acariciaban con avidez la cintura y cadera de su compañera, sus dedos pulgares jugueteaban traviesos con los bordes de su delgada prenda, amenazando con quitarla de una buena vez.

Giró junto a ella para sacarla de la puerta del guarda ropa y apoyarla contra la pared cercana a la cama de la habitación, besando su cuello con ligeras e indoloras mordidas a su cuello, como deseando devorarla, era cosa de momentos para dar riendas sueltas a la danza de lujuria entre ambos.

Desbordante pasión invadía la habitación, era impensable que un día mis demás pensamientos fueran completamente borrados por una amor desenfrenado. ¿Cómo llegamos a esto? ¿Todo este tiempo juntos sólo sirvió para acomular este deseo desbordante?

Escucharlo hablar de esa manera, tan imposibilitado con yo, hacían que mi cuerpo fuera atacado por un cosquilleo inexplicable, era como si Hatsu estuviera estuviera atacandome, pero sabia que no era él, era mi cuerpo sólo el que hacia que esta sensación me invadiera.

jmm...

Una sonrisa se dibujo en mi rostro cuando noté que del armario me dirigía a otro lugar, fue entonces cuando dejé que mis manos de una vez soltaran el pantalón de él, pero mis manos no hicieron que se le bajara, parecía que esperará algo más, ¿Será por mis ganas de jugar o el amor ya es así?

Un... Pa--so más... Y estarás atra---pado por mi....

Mi respiración era tan cortada, estaba tan jadeante. Creo que ningún entrenamiento ni pelea me dejaron así jamás. Pero de alguna manera todo mi cuerpo pide más, mis acciones hacia él intentan demostrarle los deseos de mi propio cuerpo incontrolado.

Ya no era el mismo de antes, su forma tan apasionada de acariciar su cuerpo, besar su cuello y apegarse a ella parecian inimaginables de venir por parte de Hatsu, algo totalmente impredecible como la caida de un rayo. Su mano derecha dejo la posicion de su cadera para posarse sobre su pierna izquierda, la cual sostuvo con firmeza a la vez que la levantaba por encima de su propia cadera.

-Debo asumir... que por esa sonrisa en tu.. rostro... no quieres que pare... ¿verdad?

Respirando un poco agitado, una ligera chispa atenuó la luz de la habitación y apagó las demás, el recorrido de sus labios siguió el camino desde el cuello de su compañera hacia el hombro, poco a poco aventurandose más y más abajo.

Hmn...

No podía. No podía hablar. Lo inetantaba, pero mi garganta no dejaba salir palabra alguna. Por lo cual simplemente hize un sonido de negación mientras movía sutilmente la cabeza de un lado a otro. Era como si todo mi cuerpo intentara dejar en claro mis intenciones.

El recorer de esa boca sobre mi cuerpo. Era... Era...

Hmmnm...

Solté un agudo y largo gemido de mi. Era setisfactorio. Sostuve con mas fuerza el cabello del mismo. Necesita sacar esta presión. Este largo deseo contenido.

Abrí levemente mis ojos. No podía dejar de sonreír. Presione mas mi pierna contra él abrazando su cadera con la misma. Tocando con mis manos su cadera medio desnuda por la soltura de su pantalón.

-Te deseo... Te deseo-

Susurré sin darme cuenta mientras presionaba su cabeza contra mi cuello