El palpitar del océano

Chicos no tenemos mucho tiempo -dijo mirando las aguas levantarse a una gran altura.

No hay manera de parar esa cosa!

Dijo Jix alterado al ver la masa de agua gigante que se alzaba frente a el. Ya de por sí no le gustaba mucho el agua, por lo que un tsunami era lo peor que podía pasarle.

Será mejor que nos vayamos lo más lejos posí-

Alcanzó a comentar antes de que el agua azotara contra el grupo, revolviendo todo el lugar en un mezcla de arena y agua. El lobo no pudo hacer nada para evitar perder la conciencia rápidamente, por lo que se dejó llevar por las corrientes de agua que aún se movían con violencia.

Sally cerró los ojos con fuerza intentando mantener el poco aire que tenía, la corriente la agitó con fuerza ejerciendo presión en sus pulmones. Abrió un poco los ojos y vió a Jix siendo arrastrando a unos metros, nadó intentando llegar hasta él.

Jix ya no parecía estar siendo arrastrado por la corriente con tanta fuerza, ahora simplemente se encontraba suspendido en el agua, con los ojos cerrados y la boca abierta. Las nubes de tormenta impedían el paso de la luz, por lo que el mar parecía ser una gran masa oscura.

Bmp!

Un estruendoso sonido retumbó por todo el mar, antes de que Sally pudiera observar, a espaldas de Jix, dos colosales ojos que se abrían de golpe, clavándole la mirada a la eriza.

Ella salió a la superficie y se acercó lentamente hasta él, al llegar notó que aquellos ojos la miraban y se quedó inmóvil.

Apenas Sally posó su vista en aquellos ojos, el mar volvió a violentarse, sacudiendo el agua con fuerza. A los pocos segundos una gran ola envolvió a la eriza, sacudiéndola con fuerza hasta que esta perdió el conocimiento, al igual que los otros.

Despierta... Vamos, despierta

Una voz retumbaba en la mente de Sally, que aún seguía inconsciente.

Abrió los ojos sintiéndose aturdida, aún seguía escuchando aquella vocecita en su cabeza, su vista se fue aclarando poco a poco.

Lo primero que Sally pudo observar fue el rostro de Jix, que se encontraba sacudiéndola por los hombros levemente. Detrás del lobo se veía un celeste cielo, con un gran y brillante sol incrustado en el, el viento mecía los cabellos tanto de la eriza como del lobo.

Vamos Sally, despierta.

La voz de Jix era totalmente distinta a la que la eriza había escuchado mientras se encontraba inconsciente, la cual era mucho más suave y femenina que la del lobo.

¿Estás bien?

Preguntó Jix, al ver que Sally habría los ojos con dificultad.

si creo que si -dijo mirando a su amigo- tu estas bien?

Ella se sentó y miró los alrededores esperando ver a alguien más.

Perfectamente

Comentó asintiendo con la cabeza, segundos antes de que se recostara en la arena, junto a su amiga. El lugar era una playa paradisíaca, costaba creer que después de tal tsunami hayan llegado hasta ahí.

Al parecer el agua nos arrastró hasta aquí, no tengo idea de donde están los otros, deben de haber sido llevados a otra parte

Cruzó sus brazos, aún recostado en la arena, y frunció el ceño, como si estuviera pensando.

La isla no parece ser muy grande, tal vez deberíamos buscarlos por aquí

Se quedó en silencio mirando la arena. Pensó en aquellos ojos que había visto por un segundo creyó que lo había imaginado pero al instante desechó esa idea, todo había sido real y ella sabía que aquel monstruo también lo era.

Jix tu... viste al monstruo? -preguntó con timidez esperando que su amigo creyera en su extraña visión.

¿Monstruo? ¿Que monstruo?

Preguntó el lobo arqueando una ceja. Lo cierto es que se había desmayado muy rápido al ser golpeado por la ola, por lo que no había podido ver nada.

No vi nada... debes haberlo soñado.

... si seguro lo soñé -sonrió a medias y se puso de pie.

Entonces ¿Nos vamos?

Preguntó el lobo mientras se incorporaba, llevando a su vez la vista a lo denso de la jungla, que se extendía por toda la isla.

Aproveché mientras dormías para revisar toda la costa, pero no encontré nada... Solo nos queda adentrarnos a la isla, o intentar salir de ella...

Llevó la vista a Sally

¿Que hacemos, capitana?

Debemos buscar a los demás -dijo caminando hacia la selva.

A sus ordenes!

Exclamó mientras se adentraba en la selva, siguiendo a Sally por detrás. Luego de unos minutos en silencio, el lobo comenzó a hablar con voz temblorosa.

E-eh... Sally... He querido preguntarte algo desde hace largo rato...

Bajó la cabeza y levantó la mirada, como si se tratara de un niño pequeño que ha roto algo.

¿Puedo?

.............

Marina yacía tirada en otra playa de arenas rojizas, cubierta de tablones y otro tipo de escombros, tardo tiempo hasta que recobró la consciencia, mirando a su alrededor solo girando la cabeza.

Ugh.... por los siete mares... que demonios está pasando? oh! el témpano! Alice y los demás-- ARGH!!

Un dolor punzante le impidió el habla, la lesión en su cadera había empeorado producto de posibles golpes, y no solo eso, su pierna izquierda se veía comprometida también con varias heridas y moretones.

Tsk... no puedo levantarme...

Aguantando el dolor, se giró para quedar boca abajo sobre la arena, arrastrándose hacia tierra firme, en el camino miraba la cantidad de escombros pensando en una pequeña posibilidad de ver a alguien

Tendré que seguir de alguna forma u otra...

Que pasa? -dijo mirando los alrededores mientras caminaba.

¿Te molesto?

Preguntó desviando la mirada.

Siempre que estamos juntos terminan pasando cosas raras en las que te termino involucrando...

Volvió la vista a la espalda de Sally.

+En la otra isla+

Miren lo que tenemos aquí!

Gritó una extraña silueta que se erguía frente a Marina. Se encontraba a contraluz con respecto al sol, por lo que se veía totalmente negro.

¿Estás perdida, cariño?

Se puso en cuclillas para mirar a la eriza más de cerca.

Se detuvo al escuchar las palabras de su compañero.

Claro que no me molestas -dijo y volteo dedicandole una sonrisa.

Tsk... (perfecto... parezco perdida imbécil? relájate... aun tienes una pierna y las dos manos) s-si! *con voz inocente* por favor... busco a unos amigos... donde.. donde estoy? -ngh!-

Nuevamente el dolor en su cuerpo le aquejaba, no se había dado cuenta que en el camino hacia tierra firme un ligero rastro de sangre quedaba por detrás, la herida era grave.

Je, Eres la mejor!

Comentó el lobo con una gran sonrisa que dejaba ver todos sus dientes. Apenas terminó de hablar, frente a Sally se irguió una gran puerta de piedra.

+En la otra isla+

¿Amigos? Oh, no, no... nadie debería estar aquí, ni siquiera tu...

Dijo la voz, claramente masculina, que ahora parecía pararse nuevamente.

Oye... ¿Eso es...?

Preguntó al notar las heridas de Marina.

Tsk! Eh! Ayuda por aquí!

Unos segundos después y Marina se encontraba rodeada de siluetas, las cuales la levantaron.

Vas a tener que disculparnos...

De repente algo, tal vez una bolsa, cegó a la eriza.

Intenta descansar, cariño.

+De vuelta en la otra isla+

Parece muy vieja... Podría intentar tirarla abajo

Comentó Jix apoyando una mano en la puerta.

Debe ir hacía abajo, tal vez a una cueva...

C-Cuidado! y como crees que voy a descansar con una bolsa en la cabeza!? exijo saber donde estoy, esa ola nos arrastro a mis amigos y a mi... quienes son todos ustedes en primer lugar?

Marina se movía un poco la ser tomada por las siluetas, la bolsa en la cabeza no le traía buena espina

tal vez haya encontremos a alguien que nos explique lo que pasa... es toda tuya amigo -dió unos pasos hacia atrás.

Oh, no creo que estés en condiciones de exigir nada, nena

Respondió nuevamente la voz, al mismo tiempo que parecía subir una cuesta junto con Marina. Los pisos crujían suavemente y el ruido de las gaviotas se hacía oir.

No podemos dejarte ver nada, después de todo, esta isla debería ser un secreto.

Luego de unos segundos, se oyó el ruido de una puerta de madera abrirse. Ambos (Ya que aquellos que habían ayudado a cargar a la herida se habían retirado) ingresaron a una húmeda habitación.

Recomiendo hacer silencio... Al capitán no le gusta que traigamos polizontes a bordo...

Aún con la bolsa en la cabeza, recostaron a la eriza en el suelo y alguien, sin mucha delicadeza, comenzó a tratar las heridas de Marina.

+La otra isla+

Veamos...

Dijo el lobo que se alejo unos 10 metros de la puerta para tomar carrera. Una vez que estuvo a una distancia prudente, fijó su vista en la piedra y salió corriendo a toda velocidad hacia la misma. Pegó un salto cuando se encontraba a escasos metros de ella, levantando su puño cargado de electricidad en el aire. Fue en ese momento cuando la puerta se abrió sin que el lobo pudiera alcanzar a golpearla.

¿Ah?

Al tener envión y no poder detenerse en el aire, Jix pasó de largo y cayó por unas angostas escaleras, que ingresaban varios metros bajo tierra. La única señal del lobo, fue el estruendo generado por el golpe que este se dio al llegar al suelo.

(se acabo, se ganó un buen puñetazo)

Apretando los dientes y sin hacer ruido alguno se quedó quieta mientras trataban sus heridas, sus puños se mantenían fuertemente cerrados.

(Una isla secreta... donde rayos fui a parar?) tsk!

Una vez que terminó de tratar las heridas de Marina, la bolsa se le fue retirada de la cabeza, dejándole ver una humilde habitación, con un delgado colchón (En el que habían recostado a la eriza), unos cuantos barriles, una vieja mesa de luz que tenía una lampara de aceite y una pequeña ventana circular en una de las paredes. La puerta se cerró nuevamente antes de que Marina pudiese ver quien había oficiado de médico.

Con eso debería bastar...Pero el doctor recomendó que no te movieras mucho, al parecer te lastimaste muy feo.

Dijo la voz que había escuchado en un primer momento en la playa. Ahora su imagen se clarificaba, mostrando a un erizo bastante desalineado. Tenía unos pantalones hasta las rodillas y una camisa blanca con chaleco negro.

Mi nombre es Thomas, pero todos me dicen Tom

Continuó diciendo, para luego levantarse abriendo los brazos de par en par.

Bienvenida a Caribdis! La mejor embarcación que alguna vez surcó los mares.

Se dio media vuelta, dispuesto a salir del lugar.

Más tarde te traeremos comida y agua, el doc dijo que descansaras, intenta hacerlo.

descansar... no puedo descansar sin saber que le ocurrió a mis amigos! soy una guerrera... estas heridas no van a detenerme... ngh! no se que demonios esta ocurriendo con el mar, siquiera pude calmar una pequeña porción de agua... de no ser por esa ola no me hubiera lastimado la cadera.

Marina, testaruda como siempre se incorporó en su lugar sin levantarse

No tengo tiempo que perder... la situación es grave, muchos han muerto ahogados ya... no puedo descansar después de ver a todos ellos flotando sin vida en el mar y yo sin hacer nada

Sally bajó las escaleras hasta llegar al final, miró a jix y se acercó a el para ayudarlo a levantarse.

estas bien?

Estoy entero por lo pronto...

Respondió el lobo, mareado, con una mano apoyada en su cabeza. Habían llegado hasta una cueva amplia, al fondo se vislumbraba una gran estructura de piedra, rodeada de agua.

No parece haber nadie.

Dijo Jix mientras terminaba de incorporarse y revisaba el lugar con la vista.

+Caribdis+

¿Y que vas a poder hacer así de herida? No puedes ni estar sentada sin que te duela... No se que clase de guerrera seas, nena, pero hasta que arribemos a puerto, eres parte de la tripulación de Caribdis.

Informó Thomas mientras habría la puerta.

Más tarde hablaré con el capitán, de seguro ya sabe que estás aquí... Doc dijo que descansaras, pero eres mayorcita, creo que puedes decidir como cuidarte... La puerta está sin llave.

Y entonces el erizo salió por la puerta.


Veamos, veamos...

Dijo en voz baja Jix mientras se acercaba a una de las paredes de la cueva y apoyaba su mano. Mientras el lobo continuaba en su tarea, una luz azul comenzó a brillar al fondo de la cueva, sin que l lobo la notara.

que es eso?

Fijó su vista en la luz y comenzó a acercarsea ella atraida por su extraño brillo.

¿Uh? No veo nada

Respondió el lobo que giró levemente la cabeza para ver a Sally. Realmente el lobo no veía el resplandor que se veía al fondo de la cueva.

No encuentro nada interesante

Bostezó Jix. La luz que Sally veía, se postraba sobre un pequeño pilar de roca, sobre el cual solo había un pequeño relieve.

ahí está... No puedes verla?

Se detuvo a escasos metros del aquel pilar, no podía creer que el lobo no pudiera ver aquella luz tan clara. La miró entrecerrando un poco sus ojos.

No... Debes de alucinar por el calor

Comentó el lobo que había vuelto en su tarea de buscar algo, lo que sea. Mientras, la luz destelló ante los ojos de Sally, revelando un pequeño botón de piedra sobre el pilar.

Hmm... Nada, vámonos

Recomendó el lobo que se acercaba a Sally con paso lento.

¿Sally?

espera un momento...

Dijo y presionó aquel botón.

Grrr... voy a golpearte si vuelves a llamarme "nena" o "cariño"! mi nombre es Marina! tsk... machos...

Mirando a su alrededor buscaba algun indicio de algo que le pareciera familiar o le indicara donde se encontraba, claramente era un barco, pero quienes eran estos tripulantes?

Hmm... "que clase de guerrera soy?" pues soy la mejor guerrera de agua del equipo

Tomando un frasco que contenía agua lo uso vertiendo su contenido sobre la herida más preocupante en su cadera, haciendo provecho de su capacidad regenerativa con ciertos líquidos pudo hacer el dolor algo más manejable

Bien... ahora vamos a ver quien es el capitán de esta antigüedad

Sin pensarlo más, salió de su habitación

Al presionar el botón toda la cueva tembló violentamente, mientras parte del techo y las paredes se derrumbaron. La gran estructura de piedra que se encontraba frente al pilar se resquebrajó poco a poco hasta caer, liberando lo que parecía ser un gran barco. A su vez una de la paredes de derrumbó del todo, formando una entrada directa al mar, rápidamente la cueva comenzó a llenarse de agua y el barco a flotar en ella.

¿Q- Qué hiciste?

Preguntó Jix que se apuró rápidamente a subir a una piedra más alta, evitando así el contacto con el agua.

N-no hay que tocar cosas en las cuevas antiguas, nunca!

Dijo intentando evitar el agua ,que ya había dejado de fluir, y que tan solo le llegaría hasta la cintura. Evidentemente el agua le desagradaba bastante. Una vez que se calmó un poco, llevó la vista hasta el gran barco.

Bueno...Por lo menos ya tenemos transporte


Al salir, Marina se encontró con una amplio barco con piso de madera, las cuerdas y los barriles se extendían por todo el lugar, tan solo un par de cañones de metal negro a los costados resaltaban en el viejo color marrón de los pisos.

¡¿Qué haces afuera tan rápido?!

Se acercó Tom gritando, cosa que no llamó la atención del resto de los hombres que se ocupaban de sus tareas. Al llegar hasta Marina, el erizo la tomó por los hombros.

Si el capitán te ve... Si el capitán te ve...

Se separó de la eriza dando un par de pasos para atrás, para admirarla.

Al capitán le gustan las chicas como tú... Oh... Si te ve, la vas a pasar mal... No puedo asegurarte de que te deje salir de la nave.

Marina posó una mano sobre su cadera mirando el lugar y luego a Tom quien al parecer la estaba alagando.

Eso es muy dulce... pero creeme, dudo mucho que a tu capitan o cualquier otro macho le guste una chica como yo

Caminando hacia el borde del barco apoyó los codos agachando un poco su cuerpo mirando el mar

(El mar esta hermoso... tan tranquilo... como desde un principio antes que se volviera una fuerza destructiva) ...... oye Tony... llevame con el capitan, hay cosas que necesito aclarar

Llevandose una mano a su cabello lo agitó disfrutando de la brisa marina, le recordaban esos tiempos cuando viajaban en el Black Tempest

P- pero lo que pasa es que...

Intentó replicar Thomas, que paró en seco al oír la palabra "Tony". Su temblorosa voz se volvió una más seria y enojada.

Es Tom! TOM!

Corrigió agitando los brazos. Una vez que escuchó la petición de Marina, se llevó los dedos indicie y medio a las sienes, las cuales masajeó.

No me escuchas ¿No?

Volvió su mano a su posición natural y llevó la vista a la eriza.

Es por allá arriba, toca la puerta, el capitán debe de estar contando monedas... O marcando el curso, no lo se... Lo que hace el capitan

Se dio media vuelta mientras se encogía de hombros.

Yo te advertí cariño, si no puedes bajar de la nave, no es mi culpa.

Entonces volvió a sus tareas, dejando a Marina por su cuenta.

La eriza sonrió al ver la reacción del chico al decir mal su nombre, le hacia falta una sonrisa en ese momento, dirigió la vista hacia la zona superior donde supuestamente estaba el capitan, que preocupaba tanto a Tom para que se pusiera así?. Caminando con calma cuidando de no detonar el dolor de sus heridas, subiendo por la escalera de madera dió con la puerta, la cual golpeo con suaves golpes de su mano derecha manteniendo la otra en su cadera.

Tock tock... esta el capitan disponible para una pobre eriza perdida? -jah-